1. Historias de la Secundaria 2


    Fecha: 05/06/2020, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... sentido, no podía dejar de moverme involuntariamente y él lo notaba por esa razón lo hacía con más esmero, cuando notó que estaba a punto de acabar, paró de hacerlo y se subió en mí, tomó mi pene y se lo llevó a su ano, poco a poco se fue sentando en él, no le costó nada de trabajo ensartarse ya que me dejó el pene bien ensalivado. Cuando ya tenía todo mi pene adentro, puso sus manos en mis pezones, y los acariciaba mientras se movía de adelante hacia atrás dándose placer, yo empecé a sentir el mismo placer intenso de hacia unas horas atrás, también sentía el pene de Emma que pegaba en mi ombligo bien erecto, cuando ya llevaba unos 10 minutos sentado en mi pene empezó a acelerar el ritmo y yo inconscientemente tomé su pene y lo empecé a masturbar eso le arrancó varios gemidos de placer, pero inmediatamente sentí como se contraía su pene y era demasiado tarde para soltarlo, arrojó 3 choros de semen bastante caliente con tanta fuerza que todo mi pecho quedo lleno de semen y uno de ellos llegó a mi barbilla. Se bajó de inmediato de mi pene, lo tomó con sus manos y lo masturbó con desesperación, cuando ya estaba a punto de acabar sentí como se lo llevó de nuevo a la boca y al sentir el contacto de su lengua arrojé ...
    ... también 3 chorros de semen y uno más débil, el seguía chipando y masturbándome, hasta que le sacó hasta la última gota de semen y se lo comió. Abrí los ojos y me estaba sonriendo, le dije que si había quedado satisfecho y riendo me dijo que no y que me veía sexy con el semen de mi barbilla que no me acordaba que aún lo tenía, me paré me fui al baño, volví a meterme a la ducha solo para quitarme el semen, me sequé con la toalla y regrese a la habitación somnoliento, ya me quería dormir, busqué mi ropa pero no le veía por ningún lado, hasta que me dijo que la había escondido para que no me vistiera, me dijo que nos durmiéramos desnudos como última vez, yo solo me acosté y me cubrí con una cobija, no aguanté más y de rato el sueño me venció. A la mañana siguiente me despertó la claridad del día que entraba por la ventana, vi a Emma pegado a mí con la mano en mi entrepierna, seguramente entre la noche cuando estuve profundamente dormido me estuvo acariciando el pene hasta que se quedó dormido. Ese fin de semana ocurrieron dos cosas, Emma cumplió sus deseos y aceptó su homosexualidad, y sin que él lo supiera sembró en mí la duda de empezar a aceptar que posiblemente yo fuera bisexual, condición que la confirmé tiempo después. 
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