1. Regresando de la costa


    Fecha: 04/06/2020, Categorías: Sexo con Maduras Tabú Hardcore, Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    Había ido el fin de semana con Víctor a la costa; invitados por unos amigos que habían alquilado una espaciosa casa frente al mar.Al regresar, mi adorado esposo sugirió parar en una estación de servicio a tomar un café. Me sentía un poco caliente; así que, apenas bajamos del coche, me pegué a Víctor y él me apretó la cola, deslizando un dedo en mis ajustadas calzas, que se hundió justo dentro de mi estrecha entrada anal; eso me hizo saltar y abrir la boca para pegar un grito de sorpresa.Le sonreí al playero que había visto todo eso…Mientras caminábamos unos metros, me di vuelta para mirar a ese chico que seguí embelesado el vaivén de mis caderas con mirada libidinosa. Cuando Víctor se dio cuenta, hundió otra vez su dedo travieso en mi estrecho ano…En el mini bar pedimos unos cafés. Mi actitud de hembra complaciente llamó la atención de varios hombres que estaban sentados en las mesas. Estaba vestida algo discreta; aunque en realidad llevaba una remera blanca ajustada a la cintura; mis calzas bien apretadas y un par de botas de cuero negro.Por debajo de la mesa dejé reposar mi mano directamente sobre la verga de mi marido y él me sonrió. Noté que comenzaba a endurecerse. Víctor al rato bajó el cierre de sus pantalones y sacó su gruesa pija, indicándome que lo masturbara.Comencé a hacerlo bajo el mantel; pero de repente pude ver que, el único que podía verme, era ese chico que estaba afuera…Le sonreí sin dejar de acariciar la verga de mi esposo. El chico me devolvió la ...
    ... sonrisa; pero pude ver también que el bulto en su entrepierna demostraba que le estaba gustando lo que veía…Sin dejar de mirar fijamente a ese chico, aceleré discretamente el ritmo de mi mano y pronto Víctor se vació entre mis traviesos dedos. Sonreí y me llevé la mano a mi boca; para saborear el semen salado de mi adorado esposo.El chico me seguía mirando con lujuria en sus ojos; entonces le dije a Víctor que iría un momento hasta el auto.Mi dulce esposo se quedó allí, tomando café y leyendo un diario.Yo me acerqué a nuestro auto moviendo mis caderas; exagerando el balance de mi cintura. Me senté en el asiento del acompañante y llamé a ese chico que estaba cerca y no me perdía de vista.Se aproximó al auto estacionado. En mi posición de sentada, su bulto quedaba justo a la altura de mi cara. La puerta entreabierta nos daba cierta privacidad…Desabotoné su bragueta y hurgué dentro; encontrando una pija ya bastante endurecida y un poco más grande que la de mi esposo.Lo miré a los ojos al chico y tomé esa verga entre mis manos; llevándola a mis labios rojos. Le pasé la lengua por el glande…El chico cerró los ojos y suspiró. Introduje esa cabeza entre mis labios y comencé entonces a chuparla con ganas, casi con cierta desesperación, mientras sentía que mi concha se humedecía…La cara de ese chico se fue trasformando poco a poco, de la duda a la sorpresa y de la sorpresa al placer, no podía entender lo que estaba sucediendo pero se dejaba hacer.Empezó a acariciarme el pelo y a decirme que ...
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