1. Doña Carmen y mi primera vez


    Fecha: 04/06/2020, Categorías: Primera Vez Masturbación Sexo con Maduras Autor: pepitito, Fuente: xHamster

    ... mordiscones, alternando una y otra teta. A cada rato debía parar para tomar aire. Estaba en esa apasionada tarea cuando empecé a escuchar tibios gemidos que poco a poco se hicieron más intensos anunciando el primer orgasmo de Doña Carmen. Yo me asusté un poco porque primero su cuerpo se tensó y me tomó la cabeza con sus manos apretándome contra sus senos, al tiempo que dejó salir de su boca un profundo suspiro de satisfacción.Cuando noté que Doña Carmen estaba normal, le pregunté- Está bien señora? Me asusté un poco al verla así.- Claro que estoy bien, más que bien, requetebién. No sabes lo hermoso que me resultó sentir tu mamada en mis senos. Sentir esa lengua traviesa tuya por mis tetas y tus mordiditas en mis pezones fueron lo más. Fue todo una delicia que te voy a recompensar, pero antes quiero seguir aprovechando de la habilidad y aguante de tu lengua. Puedo?-- Lo que usted diga señora. Seguramente será algo lindo como todo lo que hemos hecho hasta ahora.-- Ven, ponte sobre mi cuerpo mirando hacia mis pies. De acuerdo?-- Pues sí, ya estoy en posición, y ahora qué?- Ahora vamos a gozar ambos al mismo tiempo. Yo te voy a comer tu pene y tú me vas a comer mi panocha. Cuando digo comer debes entender que tienes que darme gusto con tu lengua en mis labios vaginales y en mi cueva. Tienes toda la libertad para hacer lo que te venga en ganas.- Puesto sobre ella con mi cara nuevamente frente a esa hermosa concha empecé por chupar sus negros vellos. Los que estaban rodeando su ...
    ... cuca estaban pringados por los jugos que había derramado Doña Carmen. Algunos se enredaron en mis dientes como era de esperar. Ahora tenía su sexo a mi vista pero en posición inversa a la que había tenido previamente. Listo para el ataque me detuve un instante para percibir un olor que tampoco había olido en mi vida. Me llegaba un aroma raro, que pronto descubrí que provenía de su veterana cuca, que lejos de disgustarme operaba en mi como un afrodisíaco que aceleraba mis apetitos carnales. Con mis manos aparté con suavidad su entrepierna para tener mejor panorama. Era una delicia esa panocha, los labios carnosos de color parduzco que abiertos dejaban ver una cueva rosada y viscosa. Metí mi lengua a trabajar empezando por la paredes de su entrepierna para luego ir hacia el centro del universo sexual y lamer sus labios en movimientos de arriba hacia abajo en repetidas oportunidades que fueron arrancando suspiros y gemidos de mi pareja. En eso estaba cuando por casualidad, con un dedo rocé un pequeño pezón que estaba cubierto por sus labios. Nomás hacerlo, Doña Carmen pegó un brinco y me anunció que había tocado su punto máximo de placer, su clítoris. Me pidió que lo chupara y mordiera suavemente. Así lo hice y Carmen volvió a descargarse con otro orgasmo en mi boca. De su panocha salieron unos jugos que no tuve más remedio que beberlos a su pedido. He de decir que tampoco me disgustaron.Mientras yo me entretenía con su coño, Doña Carmen que ya tenía mi verga en su boca, succionaba ...
«1...345...»