1. Mamada en la biblioteca


    Fecha: 03/06/2020, Categorías: Sexo oral Autor: arianalocon, Fuente: RelatosEróticos

    La pobre sirvienta estaba indefensa, su amo Robert se encontraba recostado en su butaca favorita, ya está listo para la sesión de sexo de hoy, su pene estaba comenzando ya a ponerse erguido con solamente el pensamiento de su joven criada. Bella y sus carnosos labios pintados de rojo.Como era su rutina, simplemente la llamo con su dedo, y Bella más que satisfecha consigo misma camino directamente a su amante,La respiración de Robert se aceleró, ella le desabrochó los pantalones y deslizó su mano dentro, y para entonces él ya estaba listo, erguido, grueso y palpitaba de necesidad.–Oh, Robert –susurró Bella en señal de aprobación, al tiempo que agarraba su miembro suave y rígido y lo acariciaba de arriba abajo una y otra vez.Él gimió y abrió los muslos, con hambre de algo más. Ella se lo concedió, lo liberó totalmente de los pantalones y lo acarició, al principio con suavidad y luego con más firmeza. Robert curvó las manos sobre los brazos de la butaca y se aferró a ellos hasta que los nudillos se le pusieron blancos.Podía sentir la mirada de ella posada sobre su rostro, como si estudiase su reacción a la más mínima caricia... sabiendo los requisitos exactos del placer como una verdadera profesional. Con la punta de la lengua recorrió la curva de su oreja, haciendo que se volviera loco.Él giró la cabeza, buscó sus labios y la besó con una temblorosa codicia mientras ella no paraba de acariciarlo. De pronto Bella interrumpió sus caricias. Dejó de besarlo y él abrió los ojos, ...
    ... confuso y ardoroso. La miró con una consternación llena de asombro bajo el pelo revuelto. No podía dejarlo así bajo ningún concepto. Él le había pagada, ere su dueño, su amo, su amante.Sin embargo, comprobó con alivio que ella no se iba, solo estaba moviéndose para colocarse frente a él. Él la miró fijamente, necesitado, sorprendido y ansioso, consciente de que aquello era lo que había soñado. Bella le sostuvo la mirada, con su hermoso ros- tro seductor y sereno, y sus ojos azules como una orquídea oscura brillantes de deseo.Apoyando las manos en los anchos muslos de Robert, se arrodilló entre sus piernas. Él se mantuvo a la espera con la respiración entrecortada, extasiado, nunca había estado tan excitado en su vida. Como una hermosa devota pagana, Bella deslizó las manos por el amplio pecho de Robert besándolo a medida que avanzaba. Removió con los dedos el rizado vello de su pecho y le rozó los pezones con la lengua mientras, más abajo, ahuecaba la mano y acariciaba su pene rígido.
    
    Robert no podía creer su suerte. Una vez más iba a ver los hermosos labios rojos de su amante sobre su verga, iba a sentir su lengua lamer y chupar, como si necesitara de su leche para sobrevivir, lo deseaba a él.
    
    Cuando ella descendió con sus besos hacia el vientre, lo invadió la conocida oleada de éxtasis. Bella trazó un círculo de forma suave y provocativa alrededor de su ombligo, y luego separó los labios mojados y recibió con lentitud e indecisión la cima de su imponente erección en su ...
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