1. Recordando al primer amor (Capítulo 34)


    Fecha: 25/06/2017, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Febarsal, Fuente: CuentoRelatos

    CAPITULO XXXIV
    
    Sonó el teléfono y como yo estaba en la cama, lo cogió mi hermana.
    
    -Amador. Te llaman al teléfono, es Manolo.
    
    -Dime, Manolo.
    
    -¿Sigues de novio con esa chica...? No me acuerdo cómo se llama.
    
    Me lo soltó así, de esa forma tan repentina, con su peculiar flama. -¿Con Cristina?
    
    -Sí, esa. ¿Tu novia, no?
    
    -Sí ¿Y qué pasa con ella? Le pregunté intrigado.
    
    -¿Pero seguís siendo novios?
    
    -¡Claro! y cada día más enamorado.
    
    -¡Joder Amador! Pero que el deje va a ser lo mejor.
    
    -¿Cómo que la deje, si es mi gran amor?
    
    -Pues con otro te la está pegando.
    
    -¡Pero que dices desgraciado! Le dije enajenado. Si el domingo en la piscina Tabarca estuvimos enredados. (Mentira y gorda, porque cómo ya conté, ni un pelo la toqué, la muy puñetera se hizo la sorda)
    
    -Pues para mí, que el lunes te la ha jugado. La vi con un fulano dándose el lote en la discoteca"Lo Privado". La vi muy bien porque estaban sentados en los asientos de al lado.
    
    -Manolo, ¡por el amor de Dios! no me mientas. ¿No sería otra parecida y te has equivocado?
    
    -Amador. Me dijo muy serio Manolo. -Soy tu amigo, y te prometo y si quieres te lo juro por lo más sagrado que en mí no hay dolo; era Cristina la que se besaba con un nolo.
    
    -¡Cómo con un bolo!
    
    -¡Bueno! que era de la provincia de Toledo. Lo supe porque le oí decir que de Talavera era. Y que le llamó un par de veces Bartolomé. Eso lo escuche muy bien.
    
    El alma se me arrastraba por el suelo; el corazón lo tenía en la ...
    ... boca, y las piernas me daban calambres. ¡Dios mío! Qué rato más amargo tomé ¡Mi ángel convertido en una sota! Se me cayeron al suelo los pistilos y los estambres de la Rosa que guardaba en mi florero.
    
    -Lo siento en el alma Amador; soy tu amigo, y aunque no soy tu valedor, y hacerte daño no quiero, me he visto en la obligación de informarte aunque te resulte conmovedor; pero creo que esa chorba carece de pudor.
    
    -¿Y qué es lo que hacia en esa discoteca? Pregunté, lo que no sé, si con rabia o morbo. Al fin y al cabo yo seguía siendo su chorbo, y si me había convertido en un estorbo, debería aclaran la situación para no caer en el amorbo.
    
    -¡Bueno! Yo estaba con una gachí, con un ligue; y entre sorbo y sorbo del cubata de ron que bebía, cómo que me hacía el sordo, vi al de Talavera cómo a tu novia la mano le metía.
    
    -¿Por la blusa? Pregunté con infinita pelusa.
    
    -No, por la blusa no lo vi. Pero vi como ella con disimulo se despatarraba y por entre las piernas le atacaba.
    
    -¡Ahora me explico lo de la toalla! mascullé en voz alta.
    
    -¿Qué toalla? Me preguntó Manolo extrañado.
    
    -No viene al caso. Pero ahora que lo pienso, lo de llevar aquel lienzo... No sería para tenerme en suspenso...¿O para que creyera que..? ¡Pero seré menso!
    
    -¡Macho! Sigo sin enterarme. ¿Que balbuceas?
    
    -Nada Manolo, que el ser que más deseas, que sea una virgen creas, y que para ella sean todas las ideas... una coz te arrea.
    
    -Hoy no te puedes fiar ni de las guapas ni de las feas. Apostilló ...
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