1. Viajando con mi Jefa


    Fecha: 17/05/2020, Categorías: Lesbianas Masturbación Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    ... Jefa. Acabé gimiendo como una perra y ella se incorporó sonriendo satisfecha.Mientras mi corazón recuperaba su ritmo normal, llegamos a una estación de servicio. Nos detuvimos para tomar un café y comprar unas gaseosas para el camino.Bárbara me dijo entonces que conduciría un rato ella; así yo podría descansar un poco.Me tomó una media hora animarme a deslizar mi mano entre sus torneadas piernas enfundadas en nylon.Nerviosamente deslicé mis dedos sobre sus muslos y con algo de sorpresa, descubrí que esa perra no llevaba puesta ropa interior. Mis dedos tocaron directamente sus suaves labios vaginales, humedecidos y perfectamente depilados.Pude verla sonreír mientras parecía estar concentrada en el camino. Su clítoris de repente se endureció entre mis dedos y escuché un suave gemido que escapaba de sus labios.Bárbara levantó sus caderas apenas, para que yo pudiera enrollar su falda alrededor de su cintura. Después me incline sobre su vientre y comencé a lamer esa dulce concha.Cuando mi lengua encontró su clítoris inflamado, Bárbara me susurró al oído que eso podría ser peligroso, porque cuando ella acabara, seguramente ...
    ... cerraría los ojos y aullaría como una perra tirando su cabeza hacia atrás. Entonces podríamos tener un horrible accidente en medio de la autopista.Entonces me incorporé y le dije que solamente jugaría con mis dedos dentro de su concha caliente. Ella aceptó eso sin dudarlo.Lubriqué mis dedos con mi saliva y fui insertando primero uno, luego dos y finalmente tres en esa concha en llamas. Bárbara dio un salto en el asiento, pero no tuvo problema en seguir manejando.Cuando acabó entre mis dedos, ya estaba saliendo el sol.Un rato después llegamos a la entrada de la ciudad y enseguida al hotel donde nos íbamos a alojar.Apenas hicimos el control de entrada, me desnudé y me deslicé sobre la cama, sin tocar las sábanas.Estaba por entregarme a mi merecido descanso, cuando escuché que la puerta de entrada se abría sin hacer demasiado ruido.Unos segundos después, un cuerpo desnudo se deslizaba en la cama reptando suavemente sobre el mío y unas delicadas manos me hacían abrir las piernas.Al sentir el aliento cálido sobre mi todavía humedecida labia, supe que ese viaje urgente y a las apuradas, iba a ser algo bastante placentero después de todo… 
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