1. Andresito, mi estudiante de 14 años


    Fecha: 29/09/2017, Categorías: Gays Autor: alej97, Fuente: SexoSinTabues

    ... yo. Estaba acostado mientras veía su perfil de insta, y viendo sus fotos, después de darle like a una foto adrede, me llegó un mensaje privado. Era él. • Profe. • Andresito. • ¿Todo bien? • Sí, todo bien. ¿Todo bien? • Sí, bueno, aquí, tratando de quitarme lo que me queda de chupón. • Ah, bueno. Quíteselo lo más que pueda, que no quiero verte ese chupón cuando te vea de nuevo. • Está bien profe Jajaja. • No te rías, estoy hablando en serio. Me voy a molestar. • ¿Por qué? • Por nada. Te voy a dar una nalgada si te veo otra cosa de esas, Andrés. • No me daban nalgadas desde que era un bebé, creo. • Sigues siendo un bebé, Andresito. • Bueno, sí, pero ya no tomo tetero. • Dices tú Jajajaja • ¿Qué insinúas? —Aquí comenzó a tutearme. • Yo no insinúo, soy sincero. O directo. Como quieras verlo. • Bueno, me confundo. • No te confundas y anda a dormir, que ya es tarde, y tú eres un bebé. • Lo bebés no pueden dormir sin tomarse su tetero. • Yo te puedo ayudar con eso, si quieres, un día de estos. • ¿Seguro? ¿o me estás vacilando? • Ya te dije que soy serio. • No lo dudo. Después de ese día, estaba todo dicho, y de ahí en adelante, las cosas comenzaron a cambiar. Casi todas las noches hablábamos. Cuando lo veía en el colegio, su mirada había cambiado, y la mía hacia él también. Hasta comenzamos a juguetear más, y cuando nadie nos veía en la biblioteca o los pasillos, yo le daba una nalgada y así. Así poco a poco la complicidad fue creciendo y tuve que actuar rápido porque pronto ...
    ... dejaría de ir al colegio cuando comenzaran sus exámenes de lapso. En una de nuestras conversas nocturnas, lo invité a mi apartamento a “comer” jajaja aunque me lo iba a comer era a él. No, serio. Sí lo invité a comer y aceptó. Era un sábado. Le di la dirección y al llegar, bajé casi en pijamas, pero fui más rata y bajé sin bóxer, y con el guebo medio parado, para provocarlo más. Cuando lo vi, lo abracé y se lo arrecosté. Y cuando íbamos en el ascensor, ya había más confianza. —Pasa —le dije, mientras abría la puerta. Pasó y se sentó. —Estás en tu casa —dije—. En tu futura casa, si te casas conmigo. — ¿Así? ¿Sin diamantes ni nada? No, así no me gusta. Yo soy muy religioso. — ¿Virgen hasta el matrimonio? No, así tampoco me gusta a mí. Ambos reíamos. Bebió algo de agua, lo típico, luego le dije que si quería cocináramos de una, para ir adelantando. —Ven, te doy un short y una franela para que estés más cómodo. Cuando salió de mi cuarto y lo vi, me quedé paralizado en la entrada de la cocina, viéndolo. Se veía realmente hermoso. — ¿Qué? ¿Qué tengo? — me preguntaba, viéndose de arriba abajo. —Nada, bobo. Puse algo de música y ambos entramos a la cocina. Era genial verlo ahí conmigo. Era obvio que algo iba a suceder, un hetero no va a casa de su profesor y hace lo que este niño estaba haciendo. Al final, comimos y reposamos un buen rato viendo una película en mi cuarto. Me preguntó que si se podía dormir, y le dije que sí. Había pasado una hora y todavía Andresito estaba dormido. Luego ...
«1234...7»