1. Andresito, mi estudiante de 14 años


    Fecha: 29/09/2017, Categorías: Gays Autor: alej97, Fuente: SexoSinTabues

    ... viendo mucho, y sí se reía de todo lo que yo decía, o al menos se reía más conmigo que con los demás. Aunque supuse que era porque como él a la única clase que entraba era a la mía, que soy profesor de matemática, se sentía más en confianza conmigo. Nuestro primer acercamiento sucedió un día que tuve que darle clases a él solo, clases extras, quiero decir. Nos situamos en la biblioteca y cuando lo vi entrar, enseguida me sonrió. Definitivamente me encantaba ese niño, pero me repetía para mis adentros que era un niño de 14, que era mi estudiante, y además nieto de la directora donde trabajo. Mientras le explicaba, notaba mucho su mirada en mí. Pero trataba de hacer caso omiso de ello. Poco a poco la biblioteca quedaba vacía, hasta que la bibliotecaria me dijo que iba a almorzar que venía en un rato. Le dije a Andrés que si quería descansáramos pero dijo que no había problema en seguir. Pasado un buen rato, le dije que llamara a sus papás para que lo pasaran buscando. Antes de irse, hablábamos de cosas triviales, de cosas actuales, que si facebook, instagram, snapchat y esas vainas, y me preguntó si yo tenía instagram. —Sí. Es @alfrestrada. —Ya lo sigo. Cuando vea mi user no se asuste, jajaja. — ¿Por qué me tendría que asustar? —Porque mi user no lleva ni mi nombre ni apellido. — ¿Y eso por qué? —Locuras mías. Ya lo seguí, profe. —Déjame ver… ¿Eres ---? —Si, jajaja. —Ok, ok. —Ahora cuando esté en la casa lo stalkeo. —Ah, bueno, yo igual, Andresito. — ¿Andresito? —Bueno, sí, tú ...
    ... te llamas Andrés, ¿no? —Sí, pero no me había llamado Andresito antes. —Bueno, no te llamo Andresito entonces. —dije con toda tranquilidad. —No, no, es decir, sí, o sea, no hay problema en que me diga así. Suena bien, ¿no? —Bueno, sí, supongo. Al ratico llegamos a la conversa que quería llegar: las novias. — ¿Y eso? ¿Por qué no tienes novia? —Se fue del país. Jajaja. —Jajaja, como todos… ¿Pero cuando te vayas la buscarás o algo así? —No, de aquí a allá ella tendrá otro. Y yo seguro igual. — ¿También tendrás a otro? Digo, a otra, jajaja. —eso lo apenó un poco. —No sé, uno nunca sabe. — ¿Cómo no vas a saber si tienes un chupón ahí en el cuello? —JAJAJA, ay Dios, qué vergüenza con usted, profesor. — ¿Por qué vergüenza, si eso es normal? — ¿Qué va a pensar después usted? — ¿Qué podría pensar, Andresito? Que estabas haciendo algo ciertamente placentero y dejaste que te chuparan el cuello. Eso lo hizo reírse más. Pero su risa era de pena, de vergüenza, estaba un poco incómodo. Luego añadí: —No está mal que te hagan un chupón, Andresito, pero los chupones se hacen en los lugares de la piel que el sol no puede tocar. —Bueno sí, pero ella es muy loca. — ¿Ella? ¿Tu novia? —No, no tengo novia, profe. Es una amiga. —Bueno, yo no me dejaría hacer esas cosas solo por amigas. —Cierto —dijo él. Cuando iba en mi carro, camino a casa, no podía dejar de pensarlo. Ese niño definitivamente me estaba gustando más de lo que debería. De momentos hasta me daba nostalgia que me gustara tanto. Qué gafo ...
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