1. Una maravillosa manera de comenzar el día


    Fecha: 29/09/2017, Categorías: Erotismo y Amor Autor: Serëgon, Fuente: CuentoRelatos

    Fantástico acto que me gustaría hacer realidad algún día. Todo tan perfecto...
    
    Espero que os guste.
    
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    El olor a café recién hecho me despierta por la mañana. Adoro ese aroma. Mientras que voy consiguiendo levantarme de la cama, consigo escuchar el sonido de una cuchara dando golpecitos contra un vaso, al parecer, de mover el café. Después de dar unos vagos pasos hasta la puerta de la habitación, me asomo ligeramente y consigo ver a una mujer de pie apoyada en el mármol de mi cocina; es alta, tiene el pelo bastante oscuro y por lo que parece ser, le encanta el café. Solo lleva una camiseta (que, al fijarme, me doy cuenta de que es mía) que le queda algo ancha y larga, tapando lo que llevase de ropa interior.
    
    Doy torpemente unos pasos más y entro en la cocina. La oigo tararear una canción irreconocible a mi oído y a la vez, bailando, pero apenas moviéndose, esas bonitas piernas ajetreándose son una maravilla de contemplar; además, de que brillan a la luz del sol y marcan una figura realmente atractiva en su cuerpo. Y se puede apreciar levemente alguna que otra transparencia en su espalda; no lleva sujetador. A mis ojos, se muestra como una diosa.
    
    Finalmente, acabo poniéndome tras ella y muy despacio llevo mis manos a sus caderas. Ella suelta un pequeño suspiro por la sorpresa y gira su cabeza para tratar de verme. Le aparto el pelo de la cara con delicadeza y se lo paso por detrás de la oreja.
    
    ―Buenos días. Estás radiante, ...
    ... cielo —me dice con una cálida sonrisa mientras que acaricia mi rostro.
    
    ―Hoy me he despertado con un hambre insaciable… y quiero comenzar el desayuno contigo… ―le susurro al oído. No he podido evitar excitarme al tenerla así pegada a mí.
    
    Tras esas palabras, empiezo a acariciar su cuello con mis labios y de vez en cuando, besándolo. Mis manos vuelven lentamente a sus caderas, deslizándose por los laterales de su cuerpo, y una vez llegadas a su destino, masajean la parte inferior de la barriga, cerca de la zona púbica. Consigo oír un gemido; le gusta, y a mí me gusta que le guste.
    
    ―Te has despertado con ganas de mí, ¿eh? ―me dice bromeando, pero en realidad tiene toda la razón. Tengo unas ganas impresionantes de ella.
    
    Seguidamente, la suelto para que se dé la vuelta. Trato de levantarle la camiseta sin brusquedad y lo consigo, no sé cómo, pero me ha salido con una sutileza y a la vez desenfreno; algo muy seductor. Una vez quitada la camiseta, quedan sus relucientes pechos al aire. Son preciosos. Los observo unos instantes y rápidamente conduzco mis sedientas manos a estos. Los aprieto y jugueteo con ellos. Incluso llego a hacer movimientos circulares, es fantástico notar cómo se hunden en mis manos. Pero eso no es todo. Ella me coge de la cara y comienza a besarme. Esos labios carnosos se apoderan de los míos y lo hacen de una manera muy agradable. Entre beso y beso, aprovecho para mordérselos; me encanta morderlos. Me atrevería a decir que es la mujer que mejor me ha ...
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