1. La noche que debuté


    Fecha: 29/09/2017, Categorías: Incesto Autor: Lorena, Fuente: CuentoRelatos

    No me importó que el departamento no tuviera más que un colchón, eso era lo importante, ya que quería que me follasen los dos hasta caer rendidos
    
    Cada vez que leo una historia me excito muchísimo tanto que pensé en contar la mía ya que es una aventura muy loca y aparte porque me di cuenta que hay pocas historias contadas por una mujer. Mi nombre es Lorena, tengo 22 años y vivo con mis padres en córdoba. Estudio en una facultad privada que queda en la calle Rondeau y tengo un grupo muy divertido de compañeros que son todos de distintas provincias con los cuales salgo todos los fines de semana. Mis salidas consisten en ir a pubs sobre la calle de mi facultad que es donde se encuentra la gente más divertida de córdoba.
    
    Cierta noche en uno de esos pubs conocí a un pibe que estudiaba diseño, un pibe muy tranquilo y educado, estuvimos charlando por un rato y después de unas cervezas terminamos besándonos, realmente tenía una lengua muy grande que llenaba toda mi boca y producía un cosquilleo en mi cuerpo. El me invitó a su departamento para que estuviéramos más cómodos, cuando llegamos a su departamento me sorprendió la ausencia de muebles, solo poseía un colchón y una heladera y el piso en un sector estaba recubierto por un nylon, me senté en el colchón mientras el sacaba una cerveza de su heladera.
    
    Mientras tomábamos nos besamos apasionadamente, él empezó a tocarme los pechos lo cual me volvía loca, me acariciaba mi vagina y con su dedo presionaba suavemente mi ...
    ... clítoris con mi mano empecé a manosearle su pene que poseía un tamaño ideal para mi conchita. Después de un rato nos quitamos la ropa y seguimos masturbándonos el uno al otro, el me pregunto si me gustaba experimentar cosas nuevas y le respondí que sí, me tomo de la mano y nos recostamos en el plástico que estaba en el piso, saco unos aceites y una filmadora y la coloco enfocando hacia donde estábamos. Le dije que no quería que me filmaran y él respondió que la cinta sería un regalo suyo, que cuando me fuera la llevaría conmigo.
    
    Empezamos a besarnos nuevamente mientras nos engrudábamos de aceites sabor a frutilla, mis manos se deslizaban libremente sobre su cuerpo, su pene resbalaba en mi mano tan suavemente al igual que sus dedos en mi concha. Sentía sus dedos que entraban libremente a igual que en mi ano, le chupé su pija que era más grande de lo que pensé, sentía esa verga cálida en mi boca que golpeaba mi paladar ante la fuerza de sus manos en mi cabeza, yo le introducía mi dedo en su ano lo cual el jadeaba de excitación. Luego me puse de espaldas y empezó a cogerme, realmente el aceite facilitaba todo ya que su verga entraba toda en mi concha sentía como sus huevos golpeaban mi ano con cada movimiento con mis piernas lo apretaba más fuerte para que su pene se introduzca más, luego me dio vuelta y siguió cogiéndome mientras introducía su dedo en mi ano, luego empezó a introducir otro dedo lo cual me llenaba de dolor pero de placer a la ves y fue allí cuando tuve mi primer ...
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