1. El morbo por el culo de Doña Felisa fue mi perdici


    Fecha: 05/05/2020, Categorías: Anal Sexo con Maduras Hardcore, Autor: pepitito, Fuente: xHamster

    El camino del infierno está lleno de buenas intenciones. Me lo repetía una y mil veces cuando recordaba la depresión que tuve inmediatamente después de la revolcada sexual con Doña Felisa. Pues a pesar de la misma, mi pensamiento volvía recurrentemente a recordar aquella tarde donde me venció el morbo por el culo de mi vecina. Lo cierto es que ese culo me había dado una tremenda satisfacción y me costaba olvidarlo.Para aquellos lectores que no hayan leído mi anterior experiencia y que titulé El Morbo por el Culo de Doña Felisa fue mi Perdición, corresponde decir que la Felisa de marras es una vecina española de 62 años portadora de un culo de esos que difícilmente pasen desapercibidos y que era motivo de mis más locos deseos sexuales.Como se recordará, mi experiencia sexual con Doña Felisa se limitó a un solo encuentro, pues a pesar de haber saciado su apetito sexual esa tarde, Felisa tuvo miedo de que se pudieran anoticiar su marido Pancho o alguno de sus hijos, y el temor se superpuso a sus grandes deseos de vivir nuevamente laexperiencia que no le brindaba su marido.Repito que me había prometido a mí mismo no volver al asunto, pero cada tanto venía a mi mente lo sucedido esa tarde y lo mucho que había gozado haciéndole el dichoso culo español de Felisa. Recordaba cada centímetro de ese portento, su piel suave y su redondez frutal, tanto como su ojete fruncido y luego abierto para la gran faena. Tanta era la fantasía que me había quedado grabada, que una noche recordándolo ...
    ... me tuve que hacer una descomunal paja para calmarme. Aunque quería evitarlo finalmente me tuve que convencer que ese culo me seguía ratoneando y quería volver a disfrutarlo.Así estaban las cosas, cuando unos meses después me comentaron que Pancho, su esposo, había dejado este mundo a causa de un fulminante infarto cardíaco.En la primera oportunidad que nos encontramos después de ese suceso, tuve la ocasión de darle un cariñoso beso y mi pésame a doña Felisa. Recuerdo que la encontré desmejorada, supuestamente por lo mal la que había pasado. Había perdido unos kilos y se la notaba pálida y desganada.Con el correr de los días la seguía viendo por la calle y en el dichoso almacén de nuestros repetidos encuentros. Nos cruzábamos saludos amistosos, hasta que pasado un buen tiempo de la partida de Pancho, nos encontramos nuevamente por la calle y me saludo sonriendo y hasta me guiño un ojo picarescamente.Me quedé pensando en esa actitud y dudé mucho en llamarla para saber de qué motivaba ese guiño. Mientras yo dejaba pasar los días dudando si hacerlo o no, una noche de esas para sorpresa mía, recibo un llamado suyo.• Hola Marcos, como estás muchacho lindo?• Yo muy bien Felisa y tú? A qué se debe la sorpresa de esta llamada?• Bueno ahora estoy bastante mejor. Lo de Pancho fue muy sorpresivo y nos afectó a todos en la familia. Pero ya está y no lo podemos remediar, la vida sigue adelante. La soledad te permite pensar y recordar muchas cosas lindas y también de las otras, entre ellas ...
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