1. Mi hermana Sabrina


    Fecha: 03/05/2020, Categorías: Grandes Series, Autor: Ricardo Diaz, Fuente: CuentoRelatos

    Sabrina tiene 18 años, es rubia, de 1,75 m., delgada, una carita hermosa, con un cuerpo escultural en que resaltan unos senos pronunciados que pugnan por salir de la prisión de la blusa o sweater con los que trata de hacerlos resaltar, un trasero grande, redondo y parado que ella hace luce en vestidos delgados y apretados al cuerpo y unas piernas bien torneadas que invitan a la lujuria.
    
    Sabrina es mi hermanita menor… Y de un tiempo a esta parte me ha despertado en la cabeza fantasías sexuales que en más de una oportunidad me han hecho masturbarme, pensando en sus piernas que me ha mostrado involuntariamente cuando se acomoda en el sofá del salón a descansar.
    
    Al principio evitaba mirar sus piernas cuando mostraban más allá de lo normal, pero cada vez más fui cediendo a la tentación de fijarme hasta donde podría ver y fue así como de a poco fui descubriendo nuevos rincones, especialmente cuando se acomodaba y las subía para leer mejor o cuando las abría involuntariamente al cambiar de posición.
    
    Un día ella dormitaba frente a mí, que estaba ubicado intencionalmente en un sillón más bajo, de manera de no perder detalle de sus entrepiernas. En un momento determinado ella se acomodó y su brazo lo apoyo a un costado del sofá, quedando sus piernas semi abiertas. Yo me recogí en mi sillón para aumentar más aun mi visión de por si privilegiada y vi entre sus piernitas, pudiendo apreciar sus medias negras, caladas, en toda su extensión y al final de estas sus muslos, que se ...
    ... veían más gruesos aun de lo que en realidad eran. Y, lo que fue un regalo inesperado para mí, entre sus piernas pude ver la mancha negra de sus calzones, tipo bikinis, por cuyos costados se apreciaban algunos pelitos. Sus calzones hacían resaltar un sexo que parecía ser de labios grandes y abundante mata de pelos, dado el volumen que había alcanzado el bulto que cubría su prenda íntima. Estuve largo rato contemplando a mi hermanita, mejor dicho las entrepiernas de mi hermanita, imaginando como seria su coño sin los calzones y casi sin darme cuenta me lleve la mano a la bragueta, masajeándome la verga por encima del pantalón.
    
    Sabrina, entretanto, se movió en la posición en que estaba, lo que aumentó más aun mi excitación, hasta que llegó un momento en que no pudiendo aguantarme, me fui al baño y me saque la verga, la que frote con mi mano en forma frenética, hasta derramar mis líquidos en la taza del excusado, el tanque de agua, la pared y el suelo, ya que mi semen salió disparado en todas direcciones, tal era mi calentura.
    
    Me hice una segunda paja, pero esta vez más pausada, disfrutando cada movimiento de mi mano, sobándome suavemente las bolas y después haciendo un tubo con mi mano y moviéndolo adelante y atrás, hasta que acabe nuevamente, aunque salió menos semen que la primera vez.
    
    Volví al salón, donde encontré a mi hermanita en la misma posición en que la había dejado, aunque ya no se veían sus piernas como antes. Las había juntado y me pareció que se veían un poco ...
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