1. La historia de Ángel, solo era un muchacho (10)


    Fecha: 02/05/2020, Categorías: Gays Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos

    La mañana se pasó rápida, nos habíamos levantado a la misma hora, muy temprano para que Pablo marchara a la universidad, desayunamos y aún no había nadie levantado, solamente Alicia y Berta trabajaban en la cocina y Tomás terminaba de preparar la mesa cuando nosotros entramos al pequeño comedor.
    
    -Pablo, se me ocurre que tu no llegarás para cuando marchemos, tus clases no terminarán hasta más tarde. -tenía la mochila puesta y se disponía a salir de casa para coger su moto. Me sujetó la cara con las dos mano y me besó levemente los labios.
    
    -No pasa nada por perder dos clases, me dejaran los apuntes que a veces son mejores que la clase. -le abracé con fuerza la cintura impidiéndole que abriera la puerta.
    
    -¡Eh! ¡Eh! ¡Eh!, vamos, alegra tu carita, estaré de vuelta antes de que salgáis, ahora quiero que vayas a estudiar precioso.
    
    Y lo intenté, con todas mis fuerzas, de verdad, pero me distraía, al punto de que Oleguer tuvo que llamarme la atención varias veces.
    
    En la comida, y como solo estábamos Eduardo y yo, pude entretenerme jugando con Dulce y disimular la preocupación que sentía.
    
    Antes de que Guido terminara de impartirme sus dos horas de clase escuché el ruido sordo de la moto de Pablo, había llegado a tiempo como me prometió, antes incluso de la hora.
    
    Tenía que prepararme y corrí a mi habitación. Empezaba a ducharme cuando le vi entrando en mi baño, le hice una señal a través del cristal de la mampara y se sentó en el inodoro para esperar que ...
    ... terminara.
    
    Se levantó y me ayudó a secarme envolviéndome en la toalla y me abrazó.
    
    -¿Como te ha ido el día? -pasaba la toalla por mi cara como si yo fuera un niño pequeño.
    
    -Bien, bueno he estado un poco distraído y Oleguer tuvo que pedirme que le prestara atención.
    
    -Ten, te ayudará, métetelo ahora para que de tiempo a que te haga efecto. -me entregaba un envoltorio plateado con algo en su interior alargado. Lo abrí y se trataba de un supositorio.
    
    -¿Qué es? -adivinaba de lo que se trataba.
    
    -Sirve para relajarte, no es algo malo, también hace la función de analgésico, es mejor ir prevenidos. ¿Y me vas a explicar lo que te preocupa? -no sabía como decírselo, me iba a tomar por un tonto.
    
    Tenía la pequeña bala de materia resbaladiza en la mano y sentía como se deshacía con mi calor, coloqué un pie en el inodoro y me lo introduje por el culo, empujé unos segundos hasta que se deslizó en mi interior.
    
    -Se trata de don Manuel, no me inspira confianza, además se trata de estar en su casa. -se puso a reír abrazado a mi.
    
    -Venga, comienza a vestirte, seguro que Eduardo nos estará esperando. -mientras me iba poniendo la ropa se sentó en la cama.
    
    -Ángel verás, de don Manuel no tienes que preocuparte, a él no le van los chicos bonitos como tu, él prefiere a Yasín o a mi, chicos con una buena verga, o sea que por eso puedes estar tranquilo.
    
    -Mira, te seré muy sincero, en la organización hay miembros que son auténticos sádicos, hombres crueles y despiadados, entre ellos ...
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