1. MIS 3 MUJERES X


    Fecha: 29/04/2020, Categorías: Incesto Autor: freeman88, Fuente: SexoSinTabues

    Luego de tomar la virginidad de mi sobrina, en un acto de lujuria y amor con no solo el consentimiento sino la ayuda y estimulación de mi mujer Claudia y su hermana y madre Lucy, Diana, la vida dentro de mi departamento era sin duda el paraíso en la tierra, un paraíso pervertido y prohibido para cualquier tercero pero un nirvana de lujuria y complicidad entre mis mujeres y yo. Los días pasaron de los más “normal”, Claudia y yo trabajando, Diana y Lucy disfrutando de sus vacaciones extendidas, saliendo como cualquier familia al cine o a cenar y cuando volvíamos a casa eran comunes escenas como levantarme de tomar una siesta y encontrar a mi mujer dedeando a su hermana en la cocina o que Diana entrara al baño y encontrarme con su hija dándome una soberana mamada en la ducha, estábamos acostumbrándonos, mejorando y sintiendo esas sensaciones de morbo que solo sienten los adolescentes al describir los primeros roces o las primeras experiencias sexuales. Un día Lucy ya estaba durmiendo, cansada seguramente de algún encuentro con su madre o tía, yo estaba en mi cama besando a mi cuñada suavemente recorriendo con mis manos su impresionante anatomía solo cubierta por un hilo de color blanco, el calor era abrasante en verano y gracias a eso mis mujeres usaban solo lencería para mi satisfacción, pues sabían lo que me provocaban esas diminutas prendas. Los besos se volvían cada vez más apasionados, Diana ya me había despojado de mi bóxer y acariciaba mi verga suavemente, de arriba ...
    ... abajo, haciendo énfasis en presionar mi sensible cabeza, mis besos empezaron a bajar desde el cuello hasta sus hombros y cual cazador atacaron sin aviso a sus linda y paradas tetas, mordiendo sus pezones marrón claro ya erectos, y causando más de un gemido, en la habitación. -mmmm sigue cuñadito, no sé qué tienes pero me pones como ninguno otro me ha puesto- gemía Diana, mientras mi boca bajaba aún más hasta llegar a su entrepierna, donde mi lengua empezó a mojar su vagina por encima de la delicada prenda de encajes, me encanta dar sexo oral con la tanga puesta la sensación, el sabor y el olor hacen en un fetichista como yo que mi miembro se ponga como una columna, Diana estaba lista para ser devorada mientras yo extendía un poco más la tortura haciendo a un lado el hilo y profanando su concha con mi lengua, seguí así por unos minutos más y cuando sentí que entre mi lamidas y succiones a sus labios y clítoris mi cuñada iba a venirse, me retire y le saque el hilo con fuerza, ella se quejó: - Noooo, por favor, sigueee, estaba delicioso, sigueee lamiéndome- me suplico con voz de niña. - Cállate, tú no tienes voz ni voto- respondí, sabiendo que ese trato no hacía más que excitarla más. Acto seguido quite el hilo por sus lindos y delicados pies llevándolo hasta mi nariz para una última aspirada de ese olor a mujer y tirándolo al suelo me reincorpore parándome al borde de la cama, cogí las piernas de mi cuñada y la jale hasta el borde donde la abrí de par en par dejando vulnerable su ...
«1234»