1. Con Miriam en el cuarto de planchado


    Fecha: 29/04/2020, Categorías: Lesbianas Sexo con Maduras Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    ... hubiera sido una orden, mi cuerpo ya no pudo soportar tanto placer y sentí que comenzaba a aflorar un intenso orgasmo.Le dije entre gemidos que ya estaba llegando; que su perra Ana iba a dedicarle ese orgasmo infernal y además iba a acabar entre sus sensuales labios rojos.No solamente me había arrancado ese orgasmo; sino que, además, Miriam había desatado a esa perra furiosa que siempre he llevado dentro de mí…Cuando recuperé mis sentidos después de gozar tan tremendo orgasmo; me bajé del lavarropas y la besé con pasión. Podía sentir en sus labios el sabor de mis propios fluidos…Me moví por detrás de su espalda y comencé a acariciarla por todas partes; metí mi mano entre sus pantalones y la tanga, pudiendo apreciar lo mojada que estaba la entrada de su vagina.Así como estábamos la empujé hasta el borde de una pequeña pileta y de un rápido tirón bajé sus pantalones junto con la tanga hasta las rodillas. Me quedé disfrutando maravillada con mis ojos ese culo redondo y firme.Era mi turno de hacer gozar a Miriam; le separé las nalgas con mis manos y acerqué mi boca a sus labios vaginales. Comencé a saborearla, ...
    ... sin dejar de recorrer con mi lengua cada rincón de su entrepierna.Mi amiga gemía suavemente, lo cual me excitaba mucho más todavía.Enseguida pude sentir que iba a acabar y entonces empujé su culo contra mi cara y comencé a lamer su concha con desesperación…Miriam me advirtió que estaba a punto de explotar. Yo ya lo había percibido pero me daba mucho morbo escucharla decirlo a ella misma. La forma en que tensó los músculos de sus glúteos y el repentino flujo de sus jugos en su concha, me aseguraron que mi amiga había tenido un orgasmo tan intenso como el mío.Yo continué lamiendo un poco más; quería que ella lo sintiera mientras no dejaba de temblar.Me incorporé y la tomé por los cabellos; haciéndola girar hacia mí. Miriam volvió a ganarme de mano y me comió la boca en un tremendo beso de lengua.Cuando ambas recuperamos el ritmo de nuestra respiración, Miriam me preguntó si yo quería regresar a la fiesta. Sonreí, diciéndole que, con semejante gentío, nadie extrañaría nuestra ausencia y que podíamos quedarnos allí encerradas durante toda la noche…Ella sonrió y comenzó con los preparativos para una segunda ronda… 
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