1. Nacimiento del harem (Cap. 6)


    Fecha: 28/04/2020, Categorías: Fetichismo Autor: ALTEZA, Fuente: CuentoRelatos

    ... prepara el baño para dentro de 30 min, y dile a la chofer que tenga lista la limusina; la perra solo dijo estoy a sus pies Alteza, dicho esto se retiró con la acostumbrada reverencia y sin dar la espalda,
    
    Transcurrido el tiempo el Ama ordenó a sus esclavas la cargaran a modo de silla de manos para llevarla hasta el baño donde su otra zorrita le esperaba pacientemente ya con la tina preparada con agua caliente y una copa del más fino vino blanco. Las perras que sirvieron de asiento se retiraron dejando a su Ama para poder ahora ser atendida ahora por la perra que le bañaría.
    
    La perra Ama de llaves se esmeró en poder servir dignamente a Su Alteza al darle un baño de tan alta calidad que parecía se le fuera la vida solo en eso. Esta vez no solo le sirvió esa copa de vino blanco, sino que además de eso le acomodó un cojín para que su alteza no se recargara en una superficie dura, sino que estuviera lo más cómoda posible mientras era atendida. Ese día mientras su esclava la aseaba, el Ama le preguntó cómo se sentían sus primas y ella misma sirviendo a sus pies, la perra respondió “Majestad para todas nosotras no solo es un verdadero placer servirle, sino que también es todo un privilegio y honor”, el Ama quedó satisfecha de la respuesta dada por la perrita.
    
    Habiendo terminado de bañar a su dueña, la perrita se dio a la tarea de vestirla y arreglarla, ya que su señora tenía planeado salir para hacer unas compras, por lo que se dio prisa en dejarla vestida y maquillada ...
    ... como la Diosa que era. Al salir de su recamara el Ama y dirigirse hacia su limusina, la perra se dedicó a dejar limpia la recamara de su Ama y dejar brillando el baño que minutos antes se había usado.
    
    Habiendo terminado de limpiar el baño de Su Majestad, así como su dormitorio, se dirigió a cumplir con sus demás tareas en el reino, así como también verificar que las 18 esclavas (sus primas) estuvieran cumpliendo cabalmente sus obligaciones diarias. Todo marchaba como reloj suizo, ya la mansión había sido trapeada y barrida, el jardín ya estaba siendo rociado después de podarlo, la ropa del Ama estaba en proceso de ser guardada después de haberla planchado, y hasta la comida que era todo un banquete estaba esperando para ser degustado por su majestad.
    
    Mientras tanto en la limusina el Ama ordenaba a su chofer la llevara a la plaza donde se rindieron a sus pies, sin embargo esa vez no iba por esclavas, en esa ocasión iba a un sex shop para comprar jaulas dobles para alojar ahí a su harem.
    
    Al llegar a la plaza, la perrita chofer se apresuró para abrir la puerta de la limusina a su Ama, para después servirle como escalón para que así su dueña descendiera más cómodamente. El Ama se dirigió al sex shop y preguntó si tenían jaulas de titanio reforzado de tamaño doble.
    
    El encargado del sex shop le contestó afirmativamente, y preguntó de qué tamaño deseaba las jaulas, el Ama pregunto si tenía jaulas de doble capacidad y que fueran de titanio reforzado, el empleado dijo así es, ...