1. Mi raja se humedece enseguida


    Fecha: 25/04/2020, Categorías: Sexo con Maduras Autor: porcaliente, Fuente: CuentoRelatos

    ... mordisquearlos casi con desesperación. Me bajo la falda y, dejándome el tanga, empezó a acariciar mi culo y a frotarme su polla en mi coño.
    
    Yo me estaba encendiendo, poniendo muy cachonda. Quería sentirlo ya dentro de mí, pero sabía que tenía que esperar y dejarlo hacer. Además yo también le había hecho padecer al meterme a la piscina, así que ahora era yo la que tenía que esperar.
    
    Me tumbo en la hamaca y me dijo:
    
    -Vamos a hacer un jueguecito para refrescarte un poco.
    
    Cogió la botella de champán y se acercó a mí. Me dijo:
    
    -Abre la boca y no amorres…
    
    Me empezó a echar champán en la boca y, aunque lo hacía lentamente no podía evitar que resbalara de mi boca por mi cuello y me llegara a las tetas y hasta el ombligo. Echo un poquito más y de mi ombligo empezó a resbalar hasta mi micro-tanga y yo me excitaba más y más porque notaba el frescor del champán recorriendo mi coño enfebrecido.
    
    Dejó de echarme champán y ahora con su lengua hizo el camino que había hecho el champán; primero lamió mi cuello, luego mis tetas y luego fue bajando por entre medias de ellas hasta mi ombligo. Jugó un rato en mi ombligo con su lengua y luego poco a poco siguió el camino más hacia abajo, hasta que llegó a mi tanga y siguió bajando, lamiendo a la vez el tanga y mi coño. Al notar su lengua en esta zona, no pude evitar un respingo y empezar a gemir de placer… Si seguía podía llegar al orgasmo ahí mismo, pero no era eso lo que yo quería así que tome la iniciativa.
    
    Me puse de pie ...
    ... y le empecé a desnudar; la camisa, los vaqueros y sus calzoncillos… “¡Madre mía, esta polla es enorme y preciosa!!!”, pensé.
    
    Le hice tumbarse en la hamaca que había ocupado yo hacía un momento y cogí un cubito de hielo de la cubitera del champán. “Ahora vas a padecer tu un poquito”, le dije. El no contestó, se limitó a dejarse hacer.
    
    Empecé a pasar el cubito de hielo por su cuello y justo después del hielo, le pasaba la lengua siguiendo el camino húmedo que dejaba el cubito. Luego baje a sus pezones que se endurecieron, y luego fui siguiendo el camino hasta su ombligo. Se le notaba muy excitado y su polla no dejaba de palpitar esperando saber que era lo que le esperaba. Me deshice del cubito y cogí un poquito de champán fresquito en mi boca, y sin tragármelo, Me metí también su polla en la boca para que notara el contraste. Dio un suspiro… Con su polla aun dentro de mi boca, tragué el champán y empecé a hacerle una buena mamada. Lamía todo su capullo, el frenillo que era lo que más le excitaba y luego me sacaba la polla y lamía todo el tronco y sus huevos y volvía a empezar…
    
    El solo atinaba a gemir y a decir: “Oooohhhh, si, que bien la chupas, sigue, me gusta….mmmmm, aaaaahhhh, sigue.”
    
    Estuve unos 10 minutos así, saboreando aquella maravillosa polla y como estaba tan cachondo no tardó mucho en correrse en mi boca. Yo me tragué toda su leche. No quería desaprovechar nada que él me ofreciera.
    
    Nos besamos y me dijo que mientras se reponía nos diéramos un chapuzón ...
«1234...»