Verano Caliente - Relatos Eróticos

Verano Caliente

Todas las historias o relatos que se publican en esta sección están redactados o cuentan la historia desde el punto de vista del hombre o mejor dicho del chiquilín o pendejo que tiene una aventura con una veterana, a la que generalmente "conquista".Esta es diferente.Yo soy la "veterana" como decimos aquí en Argentina o la Sra. Madura como se denomina esta sección y esta historia está contada desde mi punto de vistaNo soy ninguna pendeja, soy una divorciada de 56 años –eso si, bien llevados – gracias al gimnasio y la pileta de natación.Hace muchos años que practico este deporte, en mi juventud intervine en campeonatos Nacionales y Sudamericanos, por lo que podrán imaginarse que mi cuerpo, aun a esta edad resulta apetecible (Según dicen los que me conocen)Esto sucedió en el último verano, mas precisamente en Enero, en la Ciudad de Buenos Aires. Como sabrán la situación política en ese momento era muy difícil, la económica también, tres presidentes en 7 días, devaluación de la moneda, disturbios callejeros con una treintena de muertos y un calor sofocante.Esta situación me llevo a suspender mi salida de vacaciones al mar, me quede a sufrir el calor de la Ciudad.A la noche algo refresca, pero la calle no está para salir, hay que quedarse en casa porque no es segura la calle, entonces el balcón es la solución.Mi balcón asoma a los patios internos del centro de la manzana, cientos de ventanas y balcones dan al gran "pozo de aire", ese viernes a la noche, algunos estaban ...

... iluminados, otros no, yo me puse una bata corta, apague las luces y me senté a gozar del fresco y una refrescante copa de agua fría. En el quinto piso del edificio que esta frente a mi balcón, a casi 100 metros de distancia se veía apenas como un muchacho de unos 25 años jugaba con un pequeño telescopio, el también con la luz apagada. Ya varias veces lo había sorprendido espiando las ventanas del vecindario, suponía que de las "vecinas". En el pasado un par de veces apuntó a mi ventana. Me pareció una total falta de respeto y cerré las cortinas.Pero ese viernes, cuando apuntó a mi balcón, no solo no cerré las cortinas, sinó que casi descardamente abrí un poco mi bata para que viera que debajo tenia puesto... nada.No se porqué estaba "caliente", y me excitó mas aun sentirme espiada por el pendejo.Claramente vi como fijaba el telescopio en mi balcón. Era evidente que me espiaba. Mi mente erótica rápidamente fantaseó con aquel joven en mi cama.Para los que no me conocen, debo aclarar que más allá de ser una adinerada y respetable profesional, mis gustos sexuales son variados. Gusto de irme a la cama tanto con mujeres como hombres todas las veces que puedo (Que lamentablemente no son muchas) aunque mis parejas son siempre de edades parecidas a la mía o tal vez un poco menores, en los últimos años no había tenido en mi cama nadie que podría ser mi hijo como mi mirón.Esto me calentó aun más y decidí que esa noche lo metería en mi cama, yo lo había visto de día y me pareció - digamos- ...