1. Luis, Jacobo y un verano 17 A falta de pan…


    Fecha: 25/06/2017, Categorías: Gays Autor: Alvaro-L-de-H, Fuente: SexoSinTabues

    ... pantalla enseñaba. Creo que Jacobo se tocaba a propósito la verga intentado alguna de sus jugarretas. -Felipe, ¿no piensas que podíamos hacer algo para que mi primo aprendiera? -estaba claro que algo tenían entre ellos y mi primo quería que participara en ello sin forzar a Felipe. Al chico se le puso cara de asombro y me miró paralizado, le había cogido de sorpresa, Jacobo se sacó la verga, la cogió por la base como ofreciéndosela a nuestro amigo. -Seguro que a Luis no le importa, vamos dale unas chupaditas como tú sabes. –el pobre chaval no dejaba de mirarme y sin darme cuenta comencé también a acariciarme la verga que me estaba ya picando. -Bueno. –respondió simplemente. Se aproximó a mi primo y este se quitó el pantalón corto que se había puesto, no llevaba nada debajo y su minga quedó al aire, doradita y con el glande cubierto. Felipe se lamió sus gordos y apetitosos labios, estaba ansioso por comenzar a comerle la polla y no creo que algo le detuviera ahora. Jacobo abrió las piernas y el chico se colocó entre ellas, tumbado y a unos milímetros su cara de la polla, la cogió en sus pequeñas manos de largos dedos y comenzó a observarla, parecía que era una especie de adoración hacia el falo de Jacobo. -Ven Luis, acércate para ver una real mamada bien hecha. –me coloqué a su lado y no perdía detalle observando los movimientos de Felipe. Quitó la capucha de la verga y apretaba el glande para que se abriera la uretra, como una boquita que pidiera ser besada, sacó la punta de ...
    ... su lengua rosa y húmeda y comenzó a querer meterla por el minúsculo agujerito. Las piernas de Jacobo se movían nerviosas a veces cuando Felipe empujaba hasta conseguir afinar su lengua y penetrar un poquito. Movía la lengua como todo un profesional chupa vergas, rodeando el glande a izquierda y derecha y golpeando el frenillo hasta abrazar el glande con sus labios, chupando hasta que sus mejillas se hundían. Jacobo suspiraba elevando el culo del suelo y llevó su mano encima de la mía para acariciar mi pene. -Estás cachondo, ¿te gusta como lo hace Felipe? Tiene la boca muy rica. Ayúdale un poco en lo que hace. –me di cuenta de cómo el chico me hacía sitio a su lado, estábamos algo estrechos los dos entre las piernas de Jacobo y me coloqué de rodillas, no quería aplastar mi dura verga contra el suelo. Comencé lamiéndole los huevos y bebiendo la saliva que caía por el fuste de la boca de Felipe, ahora abierta y metiendo media polla. Subíamos nuestros labios por el tronco mojados en saliva hasta la punta de la verga y allí, unos veces él, otras yo metíamos la ciruela carnosa y tierna en nuestra boca para recoger el precum que se le escapaba a Jacobo. Sucedió sin pretenderlo, al menos por mi parte fue así, los labios de Felipe y los míos se encontraron chupando la cabecita de la polla, se rozaron y no podíamos separarlos, eran tiernos, estaban húmedos, de un rojo intenso y empujamos nuestras cabezas para tener mejor contacto. Sabían a la verga de Jacobo pero tenían algo más, como ...
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