1. Lola y María. Segunda parte.


    Fecha: 26/09/2017, Categorías: Jóvenes Autor: caroltruco, Fuente: RelatosEróticos

    No podía dormirse, estaba demasiado caliente.
    
    En posición fetal con las manos entre las piernas apretando mucho. Como si eso le aliviara el apretón de coño que tenía.
    
    Era imposible no oírlo. No verlo.
    
    Ahí estaban Lola y ella hace un rato. Otra vez en el baño, pero esta vez del despacho del jefe de estudios.
    
    Las dos de pie, él tumbado y cachondo como un cerdo. Empapado. De orina.
    
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    Lola le había dicho esa mañana temprano que hoy lo iba a pasar muy bien: Hoy te corres, mi putita, le dijo a María en cuanto entró a la clase.
    
    Claro, desde ahí el flujo no dejó de salir..
    
    También se encargó ella de cerciorarse de que esto pasara. Su mano entre las piernas le acompañó a ratos, dejándola a medias y desesperada. Mientras la miraba y se reía: Pero si es que no te puedes aguantar, pero qué zorrón estás hecha. Cómo te gusta...
    
    Y metía el dedito dentro de la vagina de María que estaba a punto de ebullición y ella se estremecía y apretaba en la silla, con la vista en la pizarra y la mente llena de polla. Desde la mamada que le hizo a Alberto en los baños, sólo quería metérsela dentro. Y se ponía mala pensándolo.
    
    Pero ahí estaba Lola con sus misterios. María había dejado de tenerle miedo. Ahora, sin embargo, tenía ganas siempre. Quería que la tocaran todos. Que todas la chuparan como ese día. Era lo más rico que había probado.
    
    La lengua de Lola. Y la polla de Alberto...
    
    Llegó el mediodía y cuando la ...
    ... mayoría de la gente estaba en el comedor, las dos iban hacia un despacho al final del pasillo. María no sabía cual era pues no había estado nunca allí. Lola parecía muy segura.
    
    Tocaron a la puerta y un "Pase" algo ronco las recibió.
    
    El jefe de estudios, Don Santiago, estaba sentado y se irguió visiblemente cuando las vio. Lola muy dispuesta como mujer experimentada y María avergonzada pero ansiosa y obediente. Y muy roja.
    
    El hombre preguntó desde sus cincuenta y largos años: ¿Qué quieren señoritas?
    
    Por dentro pensaba "cómanme la polla, queridas mías"
    
    Y Lola fue la que cerró la puerta con pestillo y se acercó despacio a la barriga nerviosa de Don Santiago. Llevaba de la mano a María.
    
    ¿Qué hacen, niñas? Un momento, aguarden, esperen...dijo con su voz ronca y sin ninguna convicción.
    
    Profesor... dijo Lola... he notado como me miraba ayer en clase cuando abría las piernas y no llevaba nada debajo. ¿Le gustaba ver mi chochito mientras leíamos la lección?
    
    ...Joder, niña... se alteró el señor... ¿qué dices? No sé de qué me hablas...
    
    Estaba sudando y el pantalón se hinchó en la entrepierna.
    
    Lola empujó suavemente hacia la mesa a María. Esta se sentó por inercia. Entonces Lola le bajó tranquilamente las bragas, las sacó por los zapatos, las dejó caer al suelo, se rió, le abrió las piernas muy despacito dejando a la altura de los ojos de Don Santiago un coñito virgen y chupado sólo una vez, eso sí, absolutamente líquido en ese momento... pues María sólo podía ...
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