1. Mi primer orgasmo


    Fecha: 05/04/2020, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    Hace poco habíamos cumplido el año, nuestros encuentros sexuales habían disminuido, pues yo ya no quería en el auto, y como los dos estábamos estudiando, vivíamos con nuestros papás y no teníamos dinero para ir a algún lugar a hacer de las nuestras. En consecuencia, las instancias para hacerlo en una cama eran acotadas. Una tarde mientras estábamos en su casa almorzando, su padre nos anunció que saldría a juntarse con unos amigos, todos sus hermanos estaban trabajando y su madre en un retiro, por lo que nos quedamos completamente solos. Cuando ya escuchamos su auto partir el me lanza aquella mirada, advirtiéndome lo que se avecinaba. Se acercó a mi me ordeno que dejara mi plato en la mesa y me levantara, me beso apasionadamente, se me separa y ahí mismo en el comedor de la casa me comienza a desvestir y soltar mi coleta, dejándome con el pelo suelto, solamente en ropa interior. “Ahora siéntate, termina de comer y no hagas ninguna mueca”. El termina antes que yo, recoge su plato y después empieza a tocarme ahí abajo para luego jugar con mis pechugas y volver abajo, mientras me preguntaba “¿Como está la comida?”, “¿La estas disfrutando?”, yo afirmaba con la cabeza y seguía masticando, aguantando reaccionar ante aquellas caricias. Cuando ya terminé fui a dejar mi plato a la lava bajillas e inmediatamente me fui a encaramar sobre él para besarlo apasionadamente e irnos dirigiendo a su pieza. Ya estando ahí continuamos besándonos, primero contra la pared, luego contra el closet, ...
    ... para finalmente terminar sobre la cama, cuando el, teniéndome en brazos, se acuesta sobre mí, para luego levantarse y quitarme lo poco que me quedaba de ropa. Me observa tendida en su cama, desnuda, con las manos estirada hacia arriba, dejando todo mi cuerpo a su disposición. Acto seguido se saca la polera, me mira fijamente, se acerca y dice a mi oído “eres mía” y comienza a besar todo mi cuerpo, desde mis labios a mi cuello, para terminar en mis pezones; lame, succiona y mordisquea uno, mientas que con los dedos piñizca el que quedaba libre, turnándose entre uno y otro, dejándolos bien parados como a él le gusta. Le encanta verme retorcer a medida que aumenta la intensidad sobre mis senos. Luego sus besos bajan por el centro de mi abdomen hasta los límites de mis bellos púbicos, donde pasa su lengua, para volver a subir. A continuación, se quita el pantalón, quedando solo con el bóxer y en una rápida acción me posa sobre él, tira de mi pelo para atrás y repite “eres mía, eres mi muñeca sexual” a lo que yo contesto “si soy tuya”, me larga una fuerte nalgada, que deja un esquicito ardor en mis pompas. Comienza nuevamente a devorar mis senos, pero ahora sin piedad, yo a esto comienzo mover mis caderas sobre su erección, contenida por la tela, mientras que esta hace presión sobre mi clítoris. Suelta de mi pelo, dejándome caer sobre él, y se acuesta por completo en la cama para así disfrutar mejor de las caricias que le aplicaba a su miembro, y poder jugar con mis tetas, besar mi ...
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