Serias capaz - Relatos Eróticos

Serias capaz

Me miro y me dijo, lo que me pidas. Seguro que te rajaras, la pregunte .tu no me conoces todavía, me respondió. Por mediación de un amigo me informe de unas reuniones privadas, en una casa situada a las afueras de la capital. Es un club liberal muy selecto, para poder asistir tienes que ser invitado por un socio y tener una determinada edad y físico, aparte de pagar una importante suma de dinero. Se realizaban todo tipo de fiestas, bailes, juegos que acababan en grandes orgias. Se lo comente a mi pareja y la dije que se preparara para el siguiente fin de semana. Le presente a mi mujer al matrimonio amigo. Ella estaba espectacular, una alemana preciosa y él un cuarentón bien cuidado .Desde el primer momento congeniamos muy bien, con bromas y risas que relajaban los nervios de lo que nos esperaba a nosotros los primerizos .Tomamos unas copas y con ellas algunas confesiones fruto del alcohol. Las miradas se notaban picaronas y los roces más continuos. Los vestidos cortos de las mujeres cada vez enseñaban más y nosotros no nos cortábamos a la hora de mirar, pudiendo comprobar que Raquel, la mujer de mi amigo, no llevaba ropa interior. Lucia al verlo con sus propios ojos no tardo en deshacerse de las suyas, quitándoselas delante de mí amigo Julio, comprobando de se había afeitado el coño, cosa que me puso cachondo .Nos dirigimos a la casa de campo y por el camino notaba que las chicas estaban muy calientes, por las bromas y comentarios que hacían sobre los tíos. Un guarda nos ...

... abrió una verja y por un camino largo llegamos a la casa .Al entrar una espectacular mujer nos recibió semidesnuda. Mando a las mujeres a una habitación a cambiarse y nosotros a otra. Nos juntamos en una sala, los cuatro llevábamos mascaras, que nos hacia irreconocibles. Ellas tenían puestos unos corpiños negros y unos ligueros con unos impresionantes taconazos re realzaban la figura. Estaban tremendas .Nosotros una especie de túnica de raso totalmente abierta sin nada debajo. La relaciones públicas nos dijo que nos pusiéramos unas pulseras, que dependiendo el color que se ve en la oscuridad, consientes o buscas. Los cuatro pedimos a de color morado, que significaba que consentías todo. Mi chica me agarro de la mano, dándome un húmedo beso me dijo, tengo muchos nervios pero estoy muy caliente, y yo también .Recuerda que no estamos obligado a nada, ya lo sé, me respondió .Las mascaras nos daban seguridad .Entramos en una sala con poca luz, llena de gente, todos igual vestidos que nosotros. El nivel de los cuerpos era impresionante. Los camareros, también enmascarados, servían copas constantemente. Todos mirábamos descaradamente, pero sin tocarnos. Nuestras chicas llamaban la atención tanto de ellos como de ellas .Nuestros amigos nos dijeron que si entrabamos en una habitación que estaba entre penumbras, que te podías tocar y ser tocado, dependiendo de la pulsera. Mire a Lucia y asintió con la cabeza cogiéndome fuerte de la mano .Al entrar notamos un calor y olor especial, que daba ...