1. Reconciliacion de un cornudo y su novia en su fies


    Fecha: 31/03/2020, Categorías: Fetichismo Voyerismo Tabú Autor: parejafartun, Fuente: xHamster

    ... vas a comportar de esta manera mejor te vas.—Malena, ¿me estás jodiendo? ¡Estos tipos no te quieren saludar por tu cumpleaños! Los googleé, están en foros raros, con fotos mostrando todo.—¿Y a vos qué te importa? Nosotros ya no estamos de novios.—¡Me dijiste que en quince días me vas a perdonar!—Te voy a perdonar si pensás en lo que me hiciste y te arrepentís de verdad. Y la verdad es que hasta ahora no te veo muy reflexivo que digamos.Arrancó como para salir de la cocina y la atajé.—Male, ¡estos tipos te quieren coger!—No digas pavadas, ¿además te creés que no me sé defender? Vos levantá la mesa y lavá los trastos, que yo los mantengo en la raya.Me tranquilicé. Ella se fue al living-comedor y yo me organicé para lavar. Al otro lado de la puerta se escuchó de nuevo música, otra vez regetón y muchas risas y vitoreos masculinos. Dos de los amigos de Male trajeron platos y vasos, que apilaron a mi lado para que yo lave. No sé cuánto estuve fregando. Tenía la cabeza en la música, en las risas y no podía dejar de imaginarme cómo estarían manoseando a mi novia. Ahí lo vi claro: esa era su venganza.Como no me habían traído los cubiertos, me sequé las manos y fui a buscarlos, dispuesto a tragarme la asquerosa imagen de mi novia manoseada. Pero no. No había novia. Estaban Manuel, los negros de la NBA y los otros, charlando animadamente. ¿Malena estaría en el baño? Me sentí aliviado y regresé a la cocina.Y fue ahí, dos minutos después, mientras fregaba cucharones, que me di cuenta. No ...
    ... había doce tipos en el living. Había seis. Y ya hacía quince minutos que yo estaba en el fregadero. Salí disparado de la cocina como un vendaval, si le estaban poniendo un dedo encima de mi amorcito me iban a ver de malas. Enfilé para el pasillo que daba a las habitaciones y uno de los negros me obstruyó el camino.—No pase. Tiene que ir a lavar a la cocina.—Quiero ir a la pieza. ¡Quiero ir a hablar con mi novia!Se acercó Manuel, siempre amable.—Betusto, no podés pasar, no hay nada allá. No está tu novia.Con la frenada se me habían bajados algunas revoluciones y entonces se hicieron claros los jadeos que venían de la habitación.—¡Ahhhh…! ¡Ahhhh…! ¡Ohhhh…! ¡¡Ahhhh…!Me desesperé, era Male, que ronroneaba acompasadamente, como si la estuvieran bombeando despacio. El negro volvió a cerrarme el pasillo y Manuel, ya sin la sonrisa de portero, me tomó del cuello y me cerró la manaza con tanta fuerza que me hizo doler como pocas veces me dolió algo.—¡Ay! —grité.—Betusto, su novia no está en la pieza, vuelva a la cocina…Los jadeos de Malena era cada vez más claros.—¡Ahhhhhh…! ¡Sííííí…! ¡¡Ahhhhhhh…!!—Me la están cogiendo, Manuel! —dije casi en lágrimas de impotencia.—No se ponga paranoico… Le digo que los muchachos están solos…—¡¡Ohhhh…!! ¡Síííí…! Ohhhh… por Dios… ¡¡qué buena pijaaahhh…!—¡Es Malena, Manuel! ¿Me está jodiendo?Manuel apretó más y me volvió a recordar:—Esa no es Malena, ¿entiende? —El dolor era insoportable, comencé a doblar mis piernas sucumbiendo a la manaza torturadora ...
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