1. Playa, calor y...


    Fecha: 30/03/2020, Categorías: Gays Autor: Gato callejero, Fuente: CuentoRelatos

    Playa calor y...
    
    De nuevo esa mujer pelirroja sola al sol, a lo lejos siempre en el mismo sitio, fumándose su cachimbita, dejando que el viento y el aroma del tabaco, recorran su cuerpo, bueno eso y mis ojos que lo recorren entero sus piernas, sus muslos, su biquini apretadito y sexi, su forma de mirarme a lo lejos, aunque nunca me acerque bien no consigo divisar bien su cara solo detalles de su cuerpo. Quien será quien inundara mi mente de oscuros e impuros pensamientos. Voy acercarme, hoy sí. Disimulo cojo mis cascos de música y hago como el que va salir a andar, me acerco poco a poco a ella voy observando su cuerpo.
    
    Mmmmm, tiene buenos pechos y buen escote y vaya trasero y su piel morena, de repente ya bien cerca se vuelve y mi mira a la cara y me dice:
    
    - que pasa vecino.
    
    No podía creerlo era mi vecina de abajo, la cual ha sido culpable de más de una noche de lujuria en mi mente a la cual miro a escondidas por si la veo en braguitas por la noche o algo de andar por casa, solo la vi en camisón y pufff.
    
    Siento sus ...
    ... ojos bajar hasta mi entrepiernas, que vergüenza estoy teniendo una erección y ella se ha dado cuenta.
    
    No puedo hacer nada, disimulo sonrío y le digo:
    
    - pues aquí paseando vecina no te había reconocido.
    
    - vienes mucho por aquí -me dijo.
    
    -Sí, casi todas las tardes; conteste.
    
    Me sentía nervioso aunque confiado y ella no dejaba de sonreír y mirarme con cara de pícara.
    
    -Bueno voy a seguir andando, a ver si esta noche te dejas ver -lancé sin darme cuenta como si yo quedará todos los días con ella.
    
    Mi vecina era una mujer soltera desde hace poco y había pegado un cambio radical. Antes era una mujer sin más y ahora es una musa, desprendía erotismo, pasión, morbo inspiración, quizás sea eso lo que me da curiosidad, ver de qué sería capaz.
    
    -Bueno tal vez a media noche me deje ver, respondió, mientras me marchaba y me sonreía.
    
    No entendía bien esa respuesta, quizás sabía que la miraba no sé pero algo tenía claro esta noche a las 12 iba a estar pendiente de esa ventana, y del juego que acababa de comenzar.
    
    Continuará... 
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