oral junto a su marido. - Relatos Eróticos

oral junto a su marido.

Oral junto a su marido.Habíamos salido todo el grupo un fin de semana de camping, a las típicascasa de madera prefabricadas. Seis parejas con sus niños. Nos conocemosbien desde hace tiempo y no nos importo a ninguno compartir casas. A mi metenia que tocar con la pareja mas joven donde estaba mi peor tentación.La mujer de mi amigo era una chica alta y con un cuerpo increíblementedelgado a pesar de haber tenido tres hijos. Todo su cuerpo era delgado ypequeño, solo sobre salia en altura. Y tenia algo más, aunque era pequeñotambién, tenia un culo mucho mas grande que otras partes de su cuerpo.Proporcionalmente era grande, aunque mas pequeño que el de muchas mujeres.El resultado era un trasero imposible de no mira. Añadía ademas un caráctercoqueto que encendía a todos los hombre.Yo ya sabia que era picara, y que muchos hombres se habían llevado chascospensando que podrían tener algo con ella. Eran una pareja muy unida. Poreso, cuando la vi esa mañana del sábado, no fui capaz de reaccionar.Llevaba un conjunto de lencería para dormir. El pequeño sujetador apenas letapaba aquellos minúsculos pechos de los que apenas solo sobresalían lospezones. Las braguitas eran tipo deportivo y realzaban aun mas su trasero.Su marido dormía aun en la habitación después de haber estado todoscharlando y bebiendo. Mi mujer y todos los niños habían ido de paseo.Quedaba algún amigo más por allí, pero en sus casas. Estábamos a solas.- Yo te ...

... pongo, lo sé. Y a mi me pone que te ponga siendo el marido de miamiga.- Me miro con deseo.- Es ahora o nunca.No me lo pensé dos veces. La tome de la mano y me la lleve a la habitación.- NO!- exclamo cuando me abalance.- No vamos a follar. Mejor nos quitamosesta ansiedad para poder disfrutar con normalidad este fin de semana. Si tume comes el coño y yo te como la polla, no serán cuernos del todo.Yo estaba deseando ponerla a cuatro patas y darlo todo, pero era mejor noarriesgarse tanto. En la habitación de al lado se escuchaban los ronquidosde su marido.Me tumbe sobre la cama, y ella sin quitarse nada paso una pierna sobre micara y colocó su coño sobre mi cara. Al mismo tiempo ella comenzó acomérmela rápidamente.No fue nada sutil, fue justo lo que había dicho. Desahogarse para podercontinuar. Le comí el coño lo mas salvajemente que pude, sin pararme apensar, jugando con mis dedos al mismo tiempo. Ella solo se saco mi pollade la boca para respirar mientras se corría y una vez para escuchar si sumarido se había despertado.Siguio comiendo cuando explote dentro de su boca, asegurándose de que noquedaba en ninguna parte ninguna gota incriminatoria. Se levantó me besó enla mejilla y se metió en el lavabo.Cuando su marido se despertó solo 2 minutos después, era como si nadahubiera pasado, y ella solo salia de haber tomado una ducha. A mi me costómás disimular. Y ahora no podía quitarme de la cabeza como debería serfollar con ella.