1. Fantasía porno: Mi familia


    Fecha: 28/03/2020, Categorías: Transexuales Autor: Fantasyworld, Fuente: CuentoRelatos

    Al cumplir 18 años mis padres mantuvieron conmigo una seria conversación.
    
    - Hijo, creo que ya eres sexualmente activo, así que queremos pedirte una cosa - dice papa.
    
    - Si, cariño. Es muy simple. ¿A ti te importaría si tus hermanas y nosotros dos fuéramos por casa desnudos, si nos apeteciera? - dice mama.
    
    - ¿Desnudos? - les digo desconcertado.
    
    - Si - responden al unísono.
    
    Los miro sin saber que decir.
    
    - Si te supone un problema, no hay más que hablar - dice mama.
    
    - Si... Solo es... Bueno nos gusta estar en casa a gusto, relajados - dice papa.
    
    - ¿Y mis hermanas están de acuerdo? - les digo sorprendido.
    
    - ¡Oh si! - dice papa sonriendo con picardia.
    
    Lo pienso un rato y asiento.
    
    - Bueno, vale. No me importa - les digo.
    
    - ¡Magnífico! - dice papa.
    
    - ¡Oh genial! - dice mama relamiéndose los sensuales labios con una extraña cara de excitación.
    
    Al día siguiente llego del instituto con mama. Aparca el coche y entramos en casa. Es verano y solo viste una ligera camisa y una falda a juego.
    
    Nada más entrar oímos unos gemidos y jadeos.
    
    - ¿Que es ese ruido? - le pregunto a mama.
    
    - ¡Nada! No te preocupes. ¡Karl, chicas, ya estamos en casa! - dice mama en voz alta.
    
    Los ruidos cesan en el acto y entonces me quedo flipado. Me lo habían dicho pero...
    
    Mama se quita la camisa y la cuelga de un perchero en la entrada. ¡Por favooor! ¡Que pechos más enormeees! No puedo apartar la vista de esas dos enormes cosas contenidas apenas por un ...
    ... precioso sujetador de encaje. Rebosan por arriba, por abajo, por los lados y... ¡Oh! ¡Se lo ha quitado! Mi realidad cambia a slowmotion. Al quitar el sujetador las dos enormes tetas se pasan una eternidad botando. Abajo, arriba, a un lado, al otro... Gordas, pesadas, erguidas, ¡gloriosas! Dos pezones puntiagudos dejan la comparación con cualquier biberón pequeña.
    
    Mi reacción es quedarme con la boca abierta.
    
    Luego se quita la falda... ¡Oooh! ¡Pero qué caderas! ¡Qué voluptuosidad! ¡Qué nalgas! ¡Gordísimas! ¡Durísimas!
    
    Unas deliciosas braguitas negras semitransparentes mejoraban el conjunto realzando la excelencia de una cintura mínima y un vientre plano y musculado. Se podía ver a través de la tela un pubis depilado y unos gordos labios vaginales.
    
    ¡Había entrado en shock! ¡Madre mía! ¡Que hembra!
    
    Mama me mira, sonríe y se adentra en la casa con un andar de una femineidad y sensualidad descomunal. ¡Parece pedir a gritos...!
    
    Salgo de mi estupor y entro en el salón.
    
    Veo de reojo a mama subiendo las escaleras al piso de arriba camino de las habitaciones. Yo sigo el mismo camino para ir a mi habitación a dejar la mochila y ponerme el pijama.
    
    Papa está sentado en un sofá y al pasar veo que está desnudo... ¡Está empalmado! ¡Coño, vaya polla enorme que tiene el viejo! Además... ¡La tiene como mojada de algo...! ¡Es como pegajoso...!
    
    - Hola papa - le digo al pasar procurando no mirar a su enorme polla viscosa.
    
    - Hola Joe. ¿Qué tal las uni? - me pregunta ...
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