Nico y David - Relatos Eróticos

Nico y David

Que estás haciendo ahí? Como te fue en la cita? David no respondió, estaría dormido? Cuando estaba saliendo de la habitación escucho el sollozo y volvió a acercarse a la cama. -Que pasa David? Porque estás llorando? -Quiero q me dejes sólo Nico. no quiero hablar con nadie -Pero no tenías una cita hoy? Esta tarde estabas feliz. Que pasó? Él no fue? Otro sollozo obligó a Nico a sentarse en la cama. -Si fue. él con sus amigos, fue a reírse de mí!-fue la respuesta entre lágrimas de David. Nico lo tomo de los hombros, para darlo vuelta, y lo abrazó. -Bueno, ya no llores. No le des importancia, él se lo pierde. Sabías que no sería algo fácil y no todos van a aceptar tu cambio de vida. -Pero pensé que le gustaba, me lo dijo muchas veces. -Siempre vas a encontrar gente dispuesta a burlarse de lo que no entiende. - Mientras le decía esto Nico siguió abrazando a David y acariciando su espalda. Durante años habían sido amigos, casi hermanos y los dos años de diferencia en su edad sólo servía para hacerlos más compinches. Había sabido desde un principio que su amigo era gay y lo había aceptado como algo natural. Pero nunca había pensado que le dolería tanto verlo sufrir por un desengaño. Quería verlo sonreír de nuevo y comenzó a hacerle cosquillas. -Vamos, arriba ese ánimo o tendré que hacer algo para que lo cambies. David se aferró fuerte a sus brazos mientras le preguntaba. -que estarías dispuesto a hacer? -Lo que quieras. -contestó rápidamente Nico -Quiero que me hagas el amor Nico, ...

... quiero que seas el primero. Nico se quedo mirando a David sin saber que decir, nunca se había planteado otro tipo de relación más que de amistad con los hombres pero por su amigo, su hermano. podría hacerlo? David asustado, se desprendió de su abrazo y se levanto de la cama. -Disculpa, no se lo que digo. Estoy muy mal. Nico agarro su mano y se acercó a él antes de que siguiera alejándose. -No. no te vayas. Subió su mano lentamente, acariciando su brazo, hasta llegar al borde de su rostro. Sus mejillas, dejaban asomar un poco de vello y el aroma de su perfume comenzó a llenar el aire que los rodeaba. David abrió grande sus ojos mientras Nico acercaba su boca a la suya. La explosión de deseo fue única, la piel se erizo y sintió como su pene se ponía tieso. Nico lo estaba besando, como si lo hubiese hecho toda la vida. Nico no pensaba, solo se dejaba guiar por sus sentidos. El aroma que desprendían sus cuerpos lo excitaba, y sentía crecer un vacío dentro de su cuerpo. Nico. estás seguro? Susurró David. Si, si tu lo estás? Fue su respuesta. Nico saco la camisa de sus pantalones y comenzó a desprender su camisa, David lo miraba embelesado. Habían practicado deportes y conocían su cuerpo, se habían duchado juntos cientos de veces pero nunca habían sentido ese lazo de deseo que los envolvía. Cuando Nico termino de desnudarse comenzó a hacer lo mismo con David, su miembro grueso y duro mostraba a las claras que no se sentía obligado a nada. Cuando sólo quedaba el bóxer se arrodilló y ...