1. Paseíto por la playa


    Fecha: 24/03/2020, Categorías: Confesiones Autor: DOÑA TANIA, Fuente: CuentoRelatos

    Hola amigos después de un largo rato sin escribirles me he dado a la tarea de revisar el asunto más impactante que me ha sucedido en este tiempo para ustedes. Como ya han sabido o quienes leen este como primer relato, no pasó desapercibida por mis enormes MEDIDOTAS de 112 72 114 lo que me confieren unos ENORMES GLOBOTES DE TETAS, así como un bien dotado TRASEROTE que encierra una jugosa CHUCHA, todo esto soportado por unas suculentas PIERNOTAS de CABALLOTA.
    
    Como ya han sabido en mis anteriores relatos, mi llegada al nuevo vecindario causo gran sensación y se dieron algunas experiencias imprevistas, pero no puedo negar que bien SABROSOTAS, esto no significa que yo las haya provocado si no que se han dado por el atractivo de una HEMBROTA como yo llegando como nueva vecina.
    
    Sin embargo, esto también dio lugar a numerosos chismes, malas miradas, esposas celosas, y toda clase de presiones para alguien como yo, así que decidí vestir por esos días con ropa más holgada y larga para tratar de pasar bajo perfil. Lo que no es algo muy usual en mí, pues estoy acostumbrada a usar pequeñas falditas que dejan ver casi la mitad de mis NALGOTAS, jeans súper ajustados que muestran mi figura curveada, mallones de tela bien estirable para contener todas mis CARNES, blusitas mínimas que hacen notar más aun mis REDONDAS e IMPONENTES TETAZAS.
    
    Por otro lado, recordé que mi nuevo vecindario estaba apenas a una hora de la costa, por lo que se me ocurrió una idea emocionante, la cual era la ...
    ... de dar un paseo a la playa ese fin de semana. Así podría relajarme un poco y también vestirme más SABROSA. Porque parece mentira, así como te adaptas a vestirte RICOTA te adaptas a las MIRADOTAS y comentarios de los machos MORBOSOTES y CACHONDOS y eso me hacía un poco de falta. Así que sin más ni más, comencé a preparar todo para mi viaje a la playa y partir en apenas unas horas.
    
    Una vez en mi habitación de hotel con vista al mar, respiré aire puro me sentí relajada, lejos de esas chismosas del vecindario y de los incesantes cortejos de los machos de allí. Me di una ducha y salí con muchas ganas de pasear, aunque no me había vestido recién depilada con mis cremas para la piel y loción, solo me puse unas sandalias de tacón alto y disfrutaba caminar DESNUDOTA por la habitación del hotel. Me miraba en el gran espejo y comprendía porque tanto impacto causaba en los machos al verme estas tremendas PELOTOTAS de TETAS mis amplias CADEROTAS, mi cinturita de avispa, toda una DELICIA de POTRA para la vista de los CABRONES por qué negarlo.
    
    Eran casi las cuatro de la tarde por lo que decidí apresurarme en vestirme y aprovechar un poco lo que quedaba de sol. Me puse el bikini más pequeño que tengo, de dos piezas de tanga color rosa, quizás por las grandes ganas que tenía de sentirme desinhibida. Me quedaba espectacular, aunque me dejaba ver casi entera. Un sombrero mis sandalias y una manta casi transparente atada a mi cintura. No había salido de la habitación y ya me sentía HEMBRAZA ...
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