1. SuperSandra


    Fecha: 22/03/2020, Categorías: Lesbianas Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Una tarde de sopor, navegando por la red, me encontré con su relato. Por aburrimiento, o quizá por curiosidad decidí contestarle, abriendo una ventana a este mundo virtual, y casi ficticio que se escondía detrás de la pantalla.
    
    - Quizá puedas mandarme unas fotos, (así pondría límites a esas fascinantes historias que contaba nuestra misteriosa protagonista)- le escribí.- Inspírame, y te devolveré otra historia.
    
    Así es como empezó la inesperada aventura, ya que a los pocos días ella me mandaba una serie de fotos, en las que se confirmaba con rotundidad su belleza perfecta. No haré una descripción apasionada, pero sí lo más científica que pueda. Su rostro era tal como lo explicaba en su relato. Ojos casi verdes y brillantes, boca bien formada, labios finos, y aparentemente dulces. Su cuerpo era bien proporcionado, los pechos grandes, con unos abultados pezones, oscuros, muy oscuros. El vientre era delicado, terso, y se deslizaba acabando en un tupido pubis. Las piernas musculosas, el culo generoso, y con las curvas tal y como las había descrito mi imaginación. Una belleza, aunque así imaginada, insospechada.
    
    Ahora me tocaba a mí, así que, cumpliendo mi promesa, decidí devolverle un relato. No era fácil, y esa noche, sin haber escrito una sola línea, lo dejé apartado flotando por oscuros pensamientos.
    
    Qué hará una belleza como tu navegando por la red?Es como el naufrago que cae al mar y se encuentra una hermosa sirena, o como el desconfiado que acaba en una isla y ...
    ... descubre ese tesoro que siempre creyó inexistente.
    
    Pero fue a la noche siguiente, cuando la respuesta vino a mi encuentro, y por azar, porque las cosas más apasionantes, siempre ocurren en el último instante.
    
    Transcribo la carta que le mandé, poniendo así fin a mi deuda, pero acrecentando mi deseo por que se repitiera aunque sólo fuera una vez más.
    
    Te contaré lo que me pasó el otro día, una calurosa noche de verano. Después de dar una vuelta con unos amigos, a esas horas en que todo lo que sucede parece no haber pasado jamás, y cuando ya decidía volver a casa, vi una mujer muy parecida a ti, más aún porque llevaba un conjunto de pantalón corto y manga larga de colores, que recuerdo haber visto en alguna de tus fotos. Casualidades así no pueden dejarse escapar, por lo que decidí arrojarme en ese vacío desconocido, pues sería la mejor manera de conocerte.
    
    Me acerqué y no tardamos en entablar conversación. Ella hablaba, y yo, abstraído, recorría con la mirada cada centímetro de su cuerpo, imaginando sus pechos insinuantes, sus caderas, sus largas piernas, y ella regalándome palabras que se perdían en el aire, Yo insistía viajando por sus costuras, deslizando mis fantasías por su escote, y de nuevo disfrutando de sus ojos, su melena rubia, suspirando a su oído secretos inconfesables, susurrando a un centímetro de su piel, sabiendo que me esperaba una larga noche, y que si te la cuento, tan sólo es porque en parte te pertenece.Ella enseguida notó mis ocultas intenciones y ...
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