Uno, dos y tres. - Relatos Eróticos

Uno, dos y tres.

... le dio una mordida en una de sus nalgas que mi mujer se quejo y despues la volvio a encajar con su berga y la siguio congiendo. A veces me decia para si mismo " si supiera que se esta cogiendo a mi mujer".Mi amigo sentia que se corria en ella en cualquier momento y me decia que no se queria correr porque ella estaba riqusima. Mi amigo comenzo a mover sus cintura con una velocidad que mi mujer se corria y él se corria tras ella. De solo verlos yo tambien me corri. Mas tarde le decia a mi amigo que nos teniamos que ir y lo pase dejando por su hotel. Me dio las gracias y me decia que si podia regresar a hacer lo mismo con mi amante. Le conteste que tal vez, pero no le aseguraba nada. Regrese a casa a toda velocidad y mi mujer me esperaba bien bañada y con cafe hecho. Yo no queria que ella me mirara la cara porque sentia verguenza. Ella con mucha serenidad me tomaba por mi mejilla y me decia " Mira, no ha pasado nada..sali de la curiosidad de estar en trio y no te miento, senti muy rico con dos bergas. Vamos a la cama". Mi esposa y yo visitamos dos años mas tarde el lugar donde mi amigo se habia ido a vivir. Me dio miedo a que él la reconociera, pero no fue asi y él se porto como un buen caballero con ella porque ella nunca fue reconocida por él. Mientras mi mujer y yo haciamos bromas sobre mi amigo cuando estabamos a solas " si supiera que esa amante la que él se cogio, esa amante soy yo gracias a la luz baja que no me pudo reconocer. Mi amigo me pregunto por esa amante que él habia conocido, pero yo le dije a él que ella ya era una historia pasada mas en mi vida.