1. Pasión por los negros


    Fecha: 11/03/2020, Categorías: Sexo Interracial Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... mejor. Cuando me dirigí al salón donde estaban los dos chicos me sorprendió verles semidesnudos. La verdad es que yo también salí con muy poca ropa. Tan solo con una toalla diminuta anudada a mi cintura. Omar y Samuel se quedaron con la boca abierta mirandome sin parar. -¡joder, que buena esta, cielo santo!. dijo Omar.
    
    -y dices que solo tiene 16?...la ostia no me lo puedo creer, que curvas, joder. -contestó Samuel.
    
    Yo misma me sorprendí, me miré y la verdad, pensando que nadie me había mirado nunca de esa manera. Los chicos estaban sin la camisa, solo con sus pantalones vaqueros puestos. De repente Omar se acercó a mi, se puso detrás y comenzó a acariciarme lentamente; sus grandes manos hicieron que me estremeciera. Samuel se acercó lentamente y se puso delante mio. Se acercó aún más y me besó suavemente los labios. Sentí que me derretía por momentos, los dos chicos no pararon de tocarme y de llenarme de besos. cuando quise darme cuenta me habían quitado la toalla, y , estaba desnuda por completo ante el calor de sus torsos. Samuel se apartó entonces y se sentó para quitarse el pantalón. Omar le acompañó y yo aún de pie observé como se desnudaban delante mio. Al fin, se quedaron en pelotas, comprobé que estaban bien armados. Y la verdad es que no era lo mismo, ver esas trancas en las pelis, que verlas en la realidad. La polla de Omar era grande, enorme y muy gorda. Samuel era larga muy larga, algo más delgada y ligeramente ladeada hacia un lado. Los dos chicos se ...
    ... quedaron frente a mi, como esperando algo, entregados a que la chiquita que tenían enfrente se lanzara a darles placer. Y lo hice. No lo pensé demasiado. Lo había visto en las películas, y actué como una de esas actrices porno que parecían que se lo pasaban muy bien. Me puse de rodillas delante de ellos, Omar y Samuel parecieron complacidos, se miraron en complicidad, sonrieron. Ya nos le miré más. Jamás había chupado una polla a ningún hombre. Lo veía en las películas y lo deseaba, pero jamás había estado ante dos pollas de verdad. Cuando las toqué me llamó la atención su calor, notaba como crecía en la palma de mi mano, cogí las dos. Omar la tenía totalmente dura, parecía palpitar en mi piel. Sentí el olor agradable del sexo de los dos hombres, y, de repente me entró, un deseo irresistible de mamar aquellas dos enormes pollas. Me acerqué a ellas lentamente, saqué la punta de mi lengua y comencé a lamer una, otra, otra vez la primera, me tragaba todo lo que podía las pollas, hasta que la sentía en la garganta. Las notaba vibrar en mi boca, desear expulsar su cálida leche en mi interior, bañarme con el fuego del deseo. Perdí el control, aquello era más de lo que nunca podía haber imaginado. Se la chupé con tal gusto que los chicos se corrieron casi a la vez, y como había visto en las películas, relamí la leche con mi garganta, mis labios, mi boca...saboreaba, me encantaba. Jamás podía haber pensado que me gustara tanto. Por momentos comprendí porque las chicas de las pelis parecían ...