1. XIOMARA


    Fecha: 11/03/2020, Categorías: Intercambios Autor: dulces.placeres, Fuente: SexoSinTabues

    ... da lo mismo, lo bonito es lo que está por encima de los zapatos… Xiomara, a esa altura sabía su nombre, se tentó de risa con mi tonta adulación improvisada. Y palabra va palabra viene, me dijo que no sabía para que compraba zapatos si al fin de cuenta no tenía a quien presumírselos, en fin, mientras tomaba sus datos de la tarjeta de crédito terminé invitándola a cenar. Tenía su nombre completo, su dirección, teléfono, que más? Dado que en la zona céntrica donde yo vivo están los mejores lugares para cenar y ella por su parte vivía un tanto alejada, quedamos en que yo haría las reservas y ella tomaría un taxi hasta mi departamento. Nos despedimos con una sonrisa y me quedé observando como caminaba hacia la puerta, sin dudas parecía el tipo de chica que cualquier madre quisiera tenerla como nuera. Sin pensarlo ese día, de la nada había conseguido una cita. Llegué a casa a la tardecita, y llamé a un restaurante familiar donde era habitual cliente, un sitio ameno y tranquilo para disfrutar una buena cena, unas copas y un poco de música. Xiomara llegó puntual, bajé rápido a su encuentro y ahí tuve el primer impacto visual, imaginen este cuadro, parada al otro lado de la gran puerta vidriada, con su rosto un tanto maquillado, con un strapless color oro, habrá tenido diez centímetros de alto, anudado a la espalda, resaltando lo que ya había notado, casi no tenía pechos, sus hombros desnudos con un enorme tatuaje sobre le derecho, su vientre también desnudo, con unos ...
    ... abdominales envidiables y una cintura de ensueño, y eso era lo de menos… Lucía unas calzas elastizadas, negras y brillosas que se adherían a su piel dibujando la perfección de sus curvas, unas piernas talladas a mano, unas caderas prominentes y un trasero más que generoso de perfectas proporciones, algo que no había notado con el amplio vestido con el que la conocí en la tienda. El detalle? Lucía los zapatos que se había comprado, los que yo le había vendido Algunos pensamientos se cruzaron rápidamente en mi cabeza en fracción de segundos… Esta no era la chica inocente que había conocido en la mañana… Esta no era la chica perfecta que hubiera querido mamá… Asumí que en unas horas tendría sexo seguro… Me di cuenta que no podía llevar a esta mujer al lugar donde había reservado… Este último punto me obligó a improvisar, como ella estaba vestida no podía llevarla a ese restaurante donde yo era habitual y era conocido, una lugar para familias, así que solo me salió decirle que no tenía reserva, que no había conseguido nada. Ella no se incomodó y me sugirió un lugar que yo no conocía, pero ella sí. Subimos a mi coche y hablamos en el camino, en verdad ella hablaba y yo escuchaba mientras de reojo me deleitaba con sus curvas. El lugar era un tanto sombrío y allí ella era una más del montón, un puterío, como solemos decir. Estábamos en una mesa sobre una ventana, a media luz, comiendo unos mariscos, de repente un moreno que pasaba casualmente por el lugar se cruzó con ella y se saludaron ...
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