1. La mejor y más rara noche de mi vida


    Fecha: 08/03/2020, Categorías: Humorísticos Autor: Amyloca91, Fuente: CuentoRelatos

    ... esa cara?" y me contestó: "¿A poco no adoras mis pies? Creo que tú también eres fetichista como yo" Y le dije: ¿Como tú? ¿A qué te refieres? y me contestó: "Mira, se llama podofilia y en pocas palabras es el gusto por los pies, yo lo descubrí cuando era muy pequeña y desde entonces me gusta mucho tocar los pies de otras personas, y creo que tú también tienes ese gusto. Y tranquilízate, no tiene nada de malo, de hecho es algo muy común, así que no es ninguna enfermedad o desviación sexual ni nada por el estilo, a lo mucho es un gusto raro, pero nada más".
    
    Su explicación me tranquilizó un poco, aunque seguía sintiéndome muy extraña, le dije que en efecto, encontraba sumamente hermosos sus pies y que me encantaba el aroma, ella me dijo que podía seguir oliéndolos y tocándolos todo el tiempo que quisiera, así que proseguí, pero después de un par de minutos ella me dijo: "oye, ya que estamos en esto, ¿te molestaría si toco tus pies?" Me sentí muy sorprendida, apenas acababa de descubrir mi gusto por los pies, no sabía cómo reaccionaría a que alguien más tocara los míos, pero me dije a mi misma ¿Por qué no? ¿Qué puede pasar? Le dije que sí, que podía tocarme los pies, pero que por favor mantuviera en secreto lo que estábamos haciendo y ella prometió que así lo haría. Entonces me acomodé sobre la cama de manera que mi cara quedó junto a sus pies y mis pies junto a su cara, ella me quitó las calcetas y pegó su cara en la planta de mis pies, debo admitir que en ese momento ...
    ... sentí bastante incomodidad, fue raro la manera en que acepté tan naturalmente que me gustara el aroma de los pies, pero me costó mucho más trabajo sentirme a gusto con que olieran los míos. Después de un rato, sentí que Brenda comenzó a pasar su lengua por la planta y mis dedos, fue una sensación rarísima y mi reacción natural fue alejar un poco mis pies de su cara a lo que ella me dijo: "Oh, lamento haber hecho eso sin preguntarte antes, no te molestes por favor, si no te gusta no lo haré más", y yo le respondí que no me molestaba, que solo me había sorprendido, que si quería podía seguir haciéndolo, y no tardó ni un segundo en volver a lamer mis plantas, la sensación era muy extraña, se sentía bien pero al mismo tiempo quedaba ese remanente de incomodidad, pero en fin, ya de por sí era muy raro lo que estábamos haciendo, que importaba añadirle un poco más de rareza, entonces me entró la curiosidad por saber cómo sería el sabor de sus pies, entonces se los lamí un poco y aunque el sabor en sí no era nada del otro mundo, igual me fascinó, así que seguí chupándoselos una y otra vez, hasta que me di cuenta extrañamente que el olor de mi saliva estropeaba por completo el aroma de los pies, traté de limpiarlos con la sábana pero el daño ya estaba hecho, ya no tenían más que trazas de ese aroma mágico que me embrujó, ahora solo olían a mi saliva, así que me puse a acariciarlos mientras Brenda seguía chupando alegremente los míos, hasta que a ambas nos ganó el cansancio y decidimos ...