MI HIJASTRA - Relatos Eróticos

MI HIJASTRA

Amigos; ésta es una historia de relación, deseo y sexo prohibidos; historia que permaneció oculta, ya que los protagonistas de la misma, hemos mantenido durante muchos años, el pacto de silencio, guardando herméticamente el secreto de un amor vivido bajo un mismo techo, dentro del contexto de una vida familiar. Ahora, que han transcurrido muchísimos años, y sin peligro de herir a nadie, les compartiré esta historia.Me llamo Sebastián, actualmente tengo 60 años, sólo en la vida, ya que enviudé hace un año. La historia que les narraré, ocurrió hace diez años atrás y nos involucró a mi hijastra y a mí, en una relación amorosa secreta, durante mucho tiempo; sin que nadie lo supiera y ni siquiera sospechara algo.Hace quince años atrás, me casé con Graciela, una hermosa mujer divorciada. Nos conocimos en una fiesta y comenzamos una relación que nos llevó a unir nuestras vidas. Graciela había superado una gran decepción dolorosa, fruto de su primera experiencia matrimonial; su ex-marido, por infidelidad la había abandonado yéndose con otra mujer. Cuando Graciela me conoció, decidió apostar y creer nuevamente en el amor. Por eso nos casamos. Nos fuimos a vivir en una nueva casa, para reiniciar nuestras vidas. Yo también pasé por la situación de un matrimonio anterior y de un divorcio. Así que ambos nos comprendíamos porque habíamos tenido experiencias similares. Yo no tuve hijos, pero Graciela si...y en el momento de conocernos, su única hija, Constanza, era una adolescente rebelde ...

... de 16 años.Nuestro noviazgo duró pocos meses y pronto nos casamos. Con Graciela, inauguramos la casa que habíamos comprado juntos; y allí fue a vivir con nosotros Constanza, que se había convertido en mi hijastra. Al comienzo, como pareja, nos llevábamos muy bien con Graciela. Sin embargo, Constanza no se llevaba bien conmigo, a pesar de que le tenía mucho cariño y paciencia; y procuraba siempre, ganarme su confianza y su amistad, ya que era parte de la familia viviendo en la misma casa. Así transcurrieron cinco años conviviendo con ellas; y la relación con mi hijastra iba de mal en peor. Ya Coty había crecido, ya no era una adolescente, sino se había convertido, a sus 21 años, en una hermosa jovencita, universitaria, y siendo soltera vivía todavía aún con nosotros.Un sábado, Constanza, se fue a una fiesta de bodas a la que había sido invitada. Graciela se fue a dormir temprano y yo me quedé viendo un partido de fútbol por la televisión, acompañado de un buen whisky. Sin darme cuenta, me quedé dormido en el sillón. Me desperté con el ruido de la puerta de entrada de casa, cuando Constanza, había vuelto de la fiesta. De pronto la vi aparecer en el living. Me sorprendió verla totalmente borracha. Se la notaba muy locuaz y alegre en su estado de ebriedad. Riéndose, se dirigió a mi, diciéndome: "¿Qué tal papito? Todavía despierto??? O mi madre te corrió de su lado???" La miré seriamente y le dije: "Constanza...estás borracha!!" Desafiante dijo con tono altivo: "Sí, y a ti qué te ...