1. El Viejo Intruso


    Fecha: 25/02/2020, Categorías: Infidelidad Autor: Duncan58, Fuente: SexoSinTabues

    Ana y Eduardo visitaban con relativa frecuencia el rancho de los padres de ella y gozaban con sus pequeños hijos el bello y tranquilo entorno por lo menos una vez al mes. En una ocasión, Eduardo observó que había una gran fuga de agua en la pila frente a la casona y le comentó a Ana que sería buen detalle traer a Ramón, el albañil-compadre que estaba prácticamente de planta en su casa para que reparara la fuga. Corría la primavera de 1990. Ana y su albañil favorito estaban inmersos en medio de una ardiente e intensa relación que tenía ya casi dos años A ella le encantó la idea, y rápidamente se ofreció a traer a Ramón a media semana para que hiciera las reparaciones necesarias, además de algunos otros detalles que había notado en la vieja casona y les darían la sorpresa a sus padres. Ana casi no podía esperar a que fuera lunes para comunicarle a Ramón el acuerdo propuesta por ella a su esposo. - ¡Te tengo usa sorpresa! -, le dijo Ana a Ramón al primer momento que estuvieron solos mientras él tomaba su café. - ¿Si?, ¿de qué se trata? -, preguntó el albañil con suma curiosidad. - Ahora el fin de semana que estuvimos en “La Herradura” (así se llamaba el rancho), Eduardo me comentó de una fuga que hay en la pila y yo a el de algunos daños menores en la casa que sería bueno reparar – le dijo emocionada. Ramón la miró, y haciéndose el ajeno le dijo, -¡Ah qué bien!-, ¿Cuándo lo van a hacer?- - No entiendes, ¿verdad, pendejo, o de plano te haces pendejo? – le dijo Ana Sonriendo - ...
    ... Casa, reparación, albañilería, fuera de la ciudad, permiso, dos días…etc. , etc. –, le comentó tarareando como canción. -¡Ooooh! -, expresó Ramón. – Ya capto. Necesitas que te recomiende un buen albañil – le dijo, al tiempo que se puso de pie, la abrazó y la empezó a besar, y metiendo sus manos por dentro de los jeans de ella empezó a acariciarle las nalgas mientras la besaba. Ana empezó a sobar el inflamado miembro sobre el raído pantalón. Ramón la levantó y la cargó a la recámara, la recostó y empezaron a desnudarse, pero el timbre de la puerta interrumpió el trance. Ella se puso solo la blusa y salió de la recamara. Ana se asomó por la ventana para ver si se tendría que vestir. Vio que se trataba de una vecina que quería preguntarle algo. Sin abrir la puerta, Ana entabló conversación con ella, mientras Ramón se acercó sigilosamente por detrás. Al llegar a la ventana, el albañil se puso de rodillas y gateó hasta Ana, contemplando desde abajo su bella desnudez. Ana se dio cuenta, bajó su mano y empezó a acariciar su pelo. Ramón escuchó por unos segundos que la conversación estaba bajo control y no implicaría abrir la puerta. Con suavidad, Ramón le empezó a besar el ano, lo lamió, e introdujo en el su dedo medio. Un leve suspiro de placer dejó ir ella, mientras él la culeaba con su dedo y empezó a moverse rítmicamente de la cintura para abajo, a salvo de la intrusa vecina que no paraba de hablar. Finalmente, la vecina se fue. De un rápido movimiento, Ana se volteó hacia el ...
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