1. Lactancia muy morbosa


    Fecha: 21/09/2017, Categorías: Fetichismo Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    Hace un mes más o menos, acudí junto con una amiga de trabajo a ver a otra compañera nuestra que había sido madre y estaba de baja de maternidad. Habían pasado dos meses desde que diera a luz, y fuimos hacerle la visita de cortesía. Cuando llegamos, era un viernes por la tarde, estaba sola, pues su marido trabajaba. Nos recibió muy contenta, y tras darle unos obsequios que le llevamos como ropita para el bebé, nos sentamos a charlar en el sofá del comedor. – Cómo va la nueva vida de mami? – preguntaba Paqui, una mujer de unos 45 años, rubia con el pelo rizada y muy alegre, siempre optimista que era muy amigable y el alma de la fiesta. La verdad es que me llevaba muy bien con ella. – Pues adaptándome… – comenzaba a explicar Sofía, la risueña madre. Debía tener unos 36 años, era morena con el pelo largo, que llevaba recogido en una cola, y estaba esplendida. Me llamó especialmente la atención su pecho, que había aumentado considerablemente de tamaño, y rápidamente deduje que sería debido a que le habría subido la leche para amamantar a su hijo. – Y eso? – replicó Paqui señalando un artefacto que Sofía tenía en la mano – Es un saca leche, procuro ir sacándome porque produzco bastante y así le puede dar mi marido si yo tengo que salir o si estoy muy cansada por la noche. Pero no sé qué pasa que no funciona, creo que se rompió ayer. – A ver, déjame si yo puedo – dijo Paqui levantándose del sofá y sentándose la lado de Sofía. Comenzó a manipular el aparato saca-leche, intentando ...
    ... ver cómo funcionaba primero y dónde podía estar el fallo, hasta que lo acercó al pecho de Sofía y lo acopló por encima de la camisa – Vamos a probarlo – le dijo. Entonces reparó en que yo estaba delante, y girandose hacia mí espetó: – Será mejor que tú salgas un momento al balcón, que necesitamos algo de intimidad aquí – dijo medio riendo – No hace falta – contestó Sofía, queriendo quitar importancia al asunto – llevo ya tantas semanas dando de mamar a mi hijo en todas partes, que ya me he acostumbrado a llevar los pechos al aire. Y dicho eso, Sofía de desabrochó dos botones de la camisa, de la cuál brotó un precioso pecho, hinchado y con un pezón bien grande y rosado. Por un lado me supo mal que se pudieran sentir incómodas, pero al mismo tiempo un ligero sentimiento de excitación recorrió mi piel. Entre las dos acoplaron el saca-leche al pecho de Sofía e intentaron manipularlo para que hiciera su trabajo y comenzara a salir la leche, pero tras varios intentos infructuosos no consiguieron nada. Al retirar el aparato, un pequeño rio de leche salió del pezón de Sofía y se escurrió hacia abajo. – Cuidado que te manchas – dijo Paqui, mientras llevaba rápidamente un dedo horizontalmente al pecho de Sofía para detener la gota que resbalaba antes de que llegara a la falda y la manchase. Sofía sacó un pequeño pañuelo y se secó el pecho, mientras que Paqui retiraba el dedo húmedo de su leche y lo miraba curiosa. Para sorpresa de todos, sacó la lengua y relamió su dedo llevandose a la ...
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