Me folle una gitana - Relatos Eróticos

Me folle una gitana

Estuve viviendo muchos años en Madrid, hasta que me mude a un pequeño pueblo a las afueras de Madrid. Me dicen Paco, tengo 30 años y trabajo por mi cuenta. Donde fui a vivir, es una urbanización relativamente nueva donde se juntó lo mas humilde de España. Mayoritariamente son rumanos y gitanos. También hay que decir que son gente muy tranquila, al poco tiempo de vivir ahí, ya me saludaba con la mayoría de los vecinos. Hay una gitana que vive con sus padres, son casi todos familia los gitanos que viven ahí y un primo me dijo que esa chica tiene un pequeño retraso mental. Cuando estaba con ellos, apenas si me saludaba, pero si estaba sola, era muy simpática conmigo. Es una chica de metro y medio de estatura, gordita y siempre tiene la mirada en el piso. Una tarde, me voy a hacer unos mandados para mi casa y coincidió que salimos juntos, nos saludamos y ella se adelantó a mi, estaba con vestido de algodón que se le pegaba al cuerpo, un culo de nalgas grandes que se movía al compás de su forma de caminar. Yo iba detrás, mirando el culo de la gitana y escuchando música, hasta que noto que ella va reduciendo el paso hasta que la alcancé y nos pusimos a hablar. Enseguida me dí cuenta, que no solo tenía un pequeño retardo mental, que tampoco la hacía una incapacitada, era una mujer que no tenía tema de conversación. En las pocas cosas que me contó, me dijo que había estado casada, pero el marido la había dejado, porque no sabía hacer nada en la casa y otras cosas mas. Hicimos las ...

... compras y al regreso me dijo que era un hombre muy atractivo, y si ella me gustaba, pero como estábamos acercándonos a la urbanización, me dijo que tenía miedo que la vieran hablando conmigo y la castigaran, que si quería seguir hablando con ella, podíamos ir al garaje, le dije que si, a ver que pasaba. Yo me retrasé y ella entró primero. Yo vivo en un bajo y ella en el primer piso, cuando entro yo, veo que asoma la cabeza por el rellano de la escalera que da al garaje, bajé y entramos, apenas habían coches. nos fuimos a la otra punta del garaje, donde hay un recodo, que no deja ver quien está ahí, ella dejo las bolsas de la compra y me pasa las manos por el pecho, "no sabes cuanto hace que no estoy con un hombre", me dijo, pasando sus manos por mi pecho y pegando su cuerpo contra el mío, "y haz estado con muchos?", le dije, empezando a levantar su vestido, "cuatro o cinco, más o menos", me dijo, dejando que le levanté el vestido y pase mis manos por sus nalgas por sobre las bragas. "Y todos fueron gitanos?", le dije, empezando a bajarle las bragas, "no, fueron payos", me dijo, dejando que le baje las bragas, dejando todo su culo al aire, y mientras yo le sobaba el culo, ella sola se terminó de bajar las bragas hasta sus tobillos. Le bajé los tirantes de su vestido y le saqué las tetas de su sujetador, unas tetas medianas, con unos pezones oscuros al igual que su aureola, le empecé a pasar la lengua y a chupar sus tetas y con mis manos volvía a seguir sobando su culo mientras ...