1. Culpable


    Fecha: 21/02/2020, Categorías: Incesto Autor: xavimysk, Fuente: CuentoRelatos

    ... camino hacia la lavadora. Son mis braguitas sucias de ayer.
    
    Sujetándolas con ambas manos las extiendo para deshacer la bola de tela engurruñida en que se habían convertido.
    
    Están muy mojadas, en concreto la zona de tela que ayer estuvo en contacto con mi sexo y que termina normalmente manchada con restos de mi flujo se halla cubierta por un líquido ligeramente blancuzco y viscoso.
    
    Tardo un tiempo en reaccionar mientras intento asimilar de qué se trata, pero finalmente mi corazón comienza a latir fuertemente enviando un torrente de sangre hasta mi cara, que comienza a arder y a enrojecerse por momentos, al comprender mi cerebro que se trata de semen.
    
    ¡Semen! Es semen, sin lugar a dudas. ¡Tu semen! No puede ser de nadie más.
    
    Las piernas me tiemblan y necesito sujetarme. Me apoyo en la lavadora con ambas manos y cerrando los ojos intento respirar profundamente mientras sigo sujetando las bragas con mano derecha.
    
    Cuando finalmente consigo el suficiente valor como para volver a abrir los ojos cambio las bragas de mano y me observo la derecha con los dedos manchados por los restos de tu corrida.
    
    Junto mis dedos índice y corazón contra el pulgar y suavemente los froto restregando los restos de semen evaluando la calidad del mismo. Es fresco, muy fresco.
    
    Te imagino masturbándote, hace apenas veinte minutos, con tu polla envuelta por mis bragas en un deseo incestuoso que nunca hubiese imaginado por tu parte. No puedo evitar que mis pezones se endurezcan ...
    ... terriblemente y se marquen en el camisón.
    
    -¿A dónde vas deslumbrando con las luces largas mamá? -Eso es lo que siempre me dices cuando mis pezones se marcan en los camisones que me pongo para estar por casa.
    
    -Me ha dado frio hijo. -Es lo que siempre te contesto mintiendo.
    
    Solo ahora sé que en esa conversación hay pura tensión sexual para ambos.
    
    Siento un intenso sofoco mientras vuelvo a examinar las bragas mojadas abundantemente por tu simiente y no puedo evitar que mi sexo se humedezca de forma inmediata.
    
    Imagino en lo que estarías pensando hace apenas media hora, cuando buscaste en la ropa sucia las bragas de tu madre y te masturbaste con ellas hasta derramarte abundantemente. ¿Pensabas en mis tetas? ¿En mi coño quizás? ¿En ese coño donde tantas veces he imaginado, yo también, que te corrías inundándome con tu leche?
    
    Sé lo que ha pasado después, sé cómo te has sentido avergonzado. Sé cómo, con sentimiento de culpa, has vuelto a esconder la bragas en el fondo del cesto con la esperanza de que nadie descubra nunca tu terrible secreto. Lo sé pues mil veces he experimentado la misma sensación de culpa pensado en ti mi amor.
    
    Mil obscenidades pasan por mi cabeza llevándome al borde de la locura. Hubiese deseado tanto que en lugar de mis bragas sucias fuese directamente en mi chocho donde te derramabas hace tan solo unos minutos.
    
    Una idea loca. Una idea loca se apodera de mi mente y mi cuerpo comienza a moverse de forma inconsciente para llevarla a cabo.
    
    Solo ...