1. Se dio de casualidad 2


    Fecha: 19/02/2020, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    Con Haaifa ahora nos vemos y ya hablamos con más soltura, cuando vamos juntos en el ascensor, nos vamos besando. «Cuando puedo volver a tú casa?», le pregunté una tarde en la plaza. «Me duele un poco el ano todavía, es que quiero seguir intentando de a poco que la hagas entrar toda en mi culo», me dijo. «Y que raro que Farid no te la metió por el culo», dije basado en la confianza que tenemos, «no, dice que es un lugar muy sucio, que hay muchas infecciones», me comentó. «Para mi no, quiero seguir chupando tu ano y lograr metertela toda por ahí», dije buscando mi perro con la mirada. «De a poco me la vas a meter toda. Sabes que me gustaría hacer si tú me dejas?, chuparla. Pero no te corras en mi boca, cuando lo hizo mi marido, vomite y estuve una samana mal del estómago», me pidió. «Hagamos una cosa. Cuando me digas de ir a tú casa, quiero que me esperes desnuda, pero con el pañuelo este que llevas en la cabeza, y me la chupes arrodillada en la entrada de tú casa, que te parece?», le dije sonriendo. «Vale, te espero desnuda y con el hiyab puesto, pero promete que no te vas a correr en mi boca», me pidio. «Te lo prometo, pero si no la aguantas en el culo, me quiero correr en tú cara», le dije intentando agarrar su mano. «Vale, te corres en mi cara pero me saco el hiyab para no ensuciarlo», me dijo sin dejar que le agarre la mano. Nos fuimos cada uno a su casa, como a los dos. días de haber hablado en la plaza, la veo venir de dejar a su hijo en el colegio y me toca el ...
    ... telefonillo. «Cuando escuches que entro en casa, dame diez minutos y ven», me dijo. Yo estaba nervioso, ansioso de volver a coger a Haaifa y ver si se acordaba de esperarme como le dije. Esos minutos se me hicieron eternos, cuando toco el timbre, la puerta se abre y cuando entro estaba Haaifa detrás completamente desnuda y con el pañuelo en la cabeza. La quedé mirando de pies a cabeza, estaba increíble parada, desnuda, sonriente. Me empezó a besar, desabrochando mi pantalón y dejando que pase mis manos por sus nalgas redondas. Saco mi pija y se arrodilló frente mío, haciendo que de un fuerte gemido cuando la mete en su boca y la empieza a chupar. Yo cerré los ojos y gemia de placer agarrando su cabeza con el pañuelo puesto, sintiendo la humedad de su boca, como pasaba su lengua por toda mi pija, como la hacía entrar y salir, como me agarraba las nalgas y se la metía hasta la garganta. «Así querías que hiciera cariño?», me dijo arrodillada frente mío, dándole besos a mi pija, levantando su cuerpo y pasándola por sus tetas. «Divina mi amor»,. le dije haciendo que se ponga en pie y le besé la boca metiendo mi lengua dentro, nos abrazamos pegando bien nuestros cuerpos. Abrazados y sin dejar de besarnos nos fuimos a su dormitorio. Ella me esperaba acostada, de piernas abiertas, ofreciéndome su concha mientras me terminaba de desnudar. Me metí entre sus piernas y le chupaba su concha, su clítoris, levantaba sus piernas y lambia su ojete. La chupaba con fuerza, con desesperación, quería ...
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