El closet de mamá - Relatos Eróticos

El closet de mamá

... tranquila, papá se despide dándome un fuerte beso en la mejilla, ahora tendré que buscarlo bajo la cama, invento que me duele la cabeza para poder tener un poco de privacidad buscar y disfrutar de el juguete de Mamá, cierro la puesta antes de empezar la búsqueda, parece que esta en medio y tendré que bajar de mi silla para poder alcanzarlo , me cuesta un poco de trabajo pero por fin lo tengo, vuelvo a subir a la silla de ruedas y comienzo a ver mas detenidamente el dildo, su textura es diferente a la de un miembro real, es mas suave y parece tener mas venas de las usuales,comienzo a masturbarlo como si fuera real pero no se siente del todo bien como que le falta algo, recuerdo que tengo guardados en un cajón un par de codones de sabores le pongo uno sabor fresa y ahora si la sensación es diferente. Lo tardo mucho en llevarlo a mi boca y chuparlo como si fuese una verga real ya estoy caliente y comienzo a acariciar mi entrepierna por encima y ya va siendo hora de que lo meta a donde debe, lo veo y creo que es un poco grande y grueso para mi eso no hace mas que querer tenerlo dentro ya…bajo mis jeas y mi ropa interior hasta los tobillos, ahora puedo acariciarme ...

... con total libertad la vagina, esta muy húmeda y tibiecita meto dos de mis dedos pero son insuficientes quiero mas… comienzo por pasarlo despacio por mis labios vaginas intentado metérmelo poco a poco pero creo que estando sentada será un poquito difícil con la ayuda de mi silla de ruedas meme coloco frente a la cama y de un movimiento quedo acostada a lo ancho de la cama mis piernitas quedan colgando pero eso no importa encontré la manera perfecta de meterme ese gran pene de plástico, lo voy introduciendo poco a poca y comienzo a sentir un dolor, es un dolor extrañamente placentero, me duelo pero no quiero detenerme. Lo introduzco cada vez mas y mas profundo y mi excitación crece , me masturbo cada vez mas rápido tanto que varias veces el dildo de sale y tengo que volver a repetir el proceso, aunque ya casi sin dolor, tengo que poner una almohada sobre mi cara y morderla para evitar soltar el grito de placer y así ser descubierta por mi mamá, termino totalmente exhausta, debo admitir que fue una gran experiencia , espero repetirla, ahora que se donde esta guardado creo que visitare mas seguido el closet de mamá. Solo espero no ocuparlo cuando ella lo necesite.