1. Paola, la cheerleader colosal


    Fecha: 14/02/2020, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... chava no lo hizo en forma intencional e incluso estaba toda afligida que pudiera afectarme el resto de la tarde. Le contesté sonriendo que no se preocupara, que todavía podía tener una erección de caballo como se lo demostraría adentro. Había ya girado para abrir la ventana corrediza cuando se me ocurrió mirar hacia el balcón de la casa contigua. Ahí estaba Tom, mi vecino y mejor amigo, muy sonriente observando la escena. Le hice señas para que el muy imbécil se perdiera de inmediato y antes que Paola pudiera verlo, la conduje rápidamente al interior de la casa, todavía los dos estilando agua. Al llegar al living, Paola me dijo que me chequearía los testículos para ver si todavía estaban en buena forma. A juzgar por el tamaño de mi polla obviamente que lo estaban y recostado en el sofá Paola se hizo de inmediato cargo de ellos besándolos y lamiéndolos con verdadera pasión. Yo la hice subir entonces hacia mi instrumento que es terreno mas seguro, y girando me abalancé de cabeza a su concha en un frenético 69. Mientras yo, montado sobre Paola en cuatro devoraba su exquisito culo, sentía la lengua de la muchacha avanzar y retroceder sobre las áreas más sensibles y placenteras del cuerpo de un chavo. Al sentirla ya jugando con su húmeda punta en el frenillo mismo de mi verga y con sus traviesos dedos hundidos en mi trasero, me vinieron tales deseos de venirme que ya no pensaba sino en expulsar todo ese montón de goce al exterior. Paola, con mi boca en su sexo, estaba también ...
    ... súper excitada y mientras lanzaba fuertes gritillos me separaba ahora mis muslos y me daba apasionados besos por detrás de los sacos para luego ascender por toda el área de la partidura con mas besos y lamidas. No pudiendo contenerme mas y con lo loco que soy, decidí venirme en la misma cara de Paola y sintiendo ya la presión de mi órgano todo erecto en su precioso rostro, comencé a soltar semen y más semen con tremendos aullidos de puro placer. Paola, mientas tanto, agarraba y presionaba con ambas manos mi tenso trasero, aumentando así aun más la presión y salida de mis placenteras descargas.Mi goce era enorme, sobre todo, viendo como la chava seguía con boca y lengua chupando y tragando de mi lechoso pero todavía tenso instrumento. Al cabo de un rato, bañada como estaba de mi hombría, Paola se incorporó del sofá y comenzó hacerme otra danza súper erótica, mientras se esparcía mi blanco fluido primero por sus deliciosos y grandes pechos para luego restregárselo por su cuerpo entero, incluso abriéndose de piernas y llevándolo hasta su exquisito trasero. Me dieron entonces enormes deseos de excitar a Paola en la ducha, y ya, sin una tremenda erección pero todavía súper excitado, la llevé hasta la recamara grande del segundo piso que tiene ducha doble. Allí abrí la llave del agua y comenzamos a jabonarnos mutuamente. Mientras el agua corría por su cuerpo de diosa, la comencé a besar de arriba a bajo, sus tetas eran espléndidas, grandes y duras y me mantuve por un rato ahí ...
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