1. Sumisa en la calle: Experiencias


    Fecha: 14/02/2020, Categorías: Hetero Autor: CalmaSola, Fuente: CuentoRelatos

    No le costó mucho encontrar un taxi. Dijo la dirección escrita en el papel al conductor y se acomodó en el asiento.
    
    Intentó no pensar demasiado en lo que había pasado. Había sido una experiencia incomoda, pero había descubierto que era capaz de disfrutar con lo que le hiciese una mujer. Su entrepierna aún latía por el placer recibido, pero no consumado. Aunque ahora ya sabía por qué la había rasurado y dejado caliente; la habían dejado preparada para su Amo.
    
    La calle indicada estaba apenas a cinco minutos en coche. Cuando llegaron, ella pagó la carrera y se bajó del vehículo.
    
    Localizó el portal y vio que en el lado derecho del mismo había algunas placas indicando negocios, despachos, consultas y.… ¡Un sex shop!
    
    Le temblaron las piernas cuando comprobó que el piso y letra que ponía en el papel era el mismo que el de la placa que anunciaba el sex shop.
    
    Se negaba a entrar en ese sitio. Cualquiera podría verla y su buena reputación quedaría bastante dañada.
    
    Cuando estaba a punto de irse de allí, algo vibró en su bolso y después empezó a sonar. Era el timbre del teléfono que le había regalado el Amo.
    
    Abrió el bolso, cogió el móvil y contestó.
    
    -Si Amo...
    
    -¿A qué demonios esperas para subir zorra?
    
    -Pero Amo, eso es un sex...
    
    -Ya se lo que es y te quiero ver moviendo el culo para arriba.
    
    -¿Cómo sabes dónde estoy? ¿Me estás viendo?
    
    -Calla y sube de una vez...
    
    El Amo colgó.
    
    Toda su capacidad de decisión, desapareció con una simple llamada ...
    ... de él. Su voz era como un interruptor en ella que anulaba su voluntad.
    
    En vez de irse, entró en el portal y llamó al ascensor. Al llegar a la planta, abrió la puerta del ascensor y miró por el rellano para cerciorarse de que no hubiese nadie. Tras comprobarlo, se dirigió a la puerta abierta sobre la cual había un discreto letrero (ella se había imaginado que se luminoso y estridente) anunciando que había allí dentro.
    
    Se quedó en el marco de la puerta mirando hacia dentro. Pudo ver una primera sección de paredes y suelo blanco en donde había cuatro lineales llenos de cintas de video cuyo contenido era evidente. Mirando y rebuscando por ellos estaban dos hombres de unos 40 años, que ni siquiera la prestaron atención. Al fondo, tras los lineales vio un mostrador en el que estaba apoyado un hombre joven que debía ser el dependiente. Era un chico de lo más normal, no muy alto y delgado, de cabello rubio.
    
    En la pared de detrás del mostrador había varias baldas horizontales llenas de cajas y objetos que, aunque desde donde estaba ella no se apreciaban muy bien, pudo adivinar a groso modo cual sería el contenido. Poco antes del mostrador, la pared torcía en otro pasillo, pero desde donde estaba no podía ver lo que había allí.
    
    De repente sintió una presencia tras ella y antes de que pudiese darse la vuelta, dos fuertes manos atenazaron su cintura por ambos costados y la impidieron moverse. Un susurro sonó en su oreja al tiempo que unos labios la rozaban...
    
    -Hola perrita ...
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