1. Mi sobrino maleducado (I)


    Fecha: 14/02/2020, Categorías: Incesto Autor: hectornieto, Fuente: CuentoRelatos

    ... frente de ella.
    
    Ella baja sus brazos, dejando sus pechos a la atenta mirada de su irreverente sobrino.
    
    Fueron cinco segundos eternos, pero creo que ella se estaba vengando por hacerla calentar con la encremada y el roce de la punta de su miembro.
    
    Volvemos a la casa, nos bañamos y sacamos toda la arena y crema. Tengo que ayudar a hacer el asado, mientras veo que nuestro sobrino le dice a mi esposa que quiere mostrarle algo en su cuarto
    
    Ella acepta, él le indica el camino poniendo su mano en su cintura, cada paso que dan subiendo las escaleras es una excusa para que los dedos de mi sobrino bajen centímetros, y se metan en ese espacio que hay entre la parte superior de la falda y la piel.
    
    El puntille de la ropa interior de mi esposa asoma, y los dedos de mi sobrino hábilmente tienen contacto con ellas como por accidente.
    
    La mano de ella juega en su espalda, sus uñas hacen un dibujo aleatorio por distintas zonas, mientras suben riéndose.
    
    Pasan dos horas, ninguno salió del cuarto, el asado está listo. Mi esposa no colaboro con nada para esa cena, todo lo hicimos mis cuñados y yo.
    
    Su cuarentona hermana va a tocar la puerta donde estaban encerrados.
    
    La hermana baja sola ...
    ... diciendo que ya les aviso y que dijeron que en un rato bajaban.
    
    Yo ya estaba que reventaba de celos, a punto de hacer un desastre rompiendo puertas, bocas y demás.
    
    En eso salen ambos. Él con otra remera, ella despeinada, con marcas rojas en el cuello y al verla más de cerca, tenía colorado la parte de las tetas. Allí hubo fricción.
    
    Cuando se sienta a la mesa al lado mío se le termina de romper el bretel de su remerita, dejando la teta al aire, se disculpa y sale tapándose para buscar otra prenda. Todos se ríen ante esa situación.
    
    Mi sobrino me mira con risa socarrona.
    
    Vuelve mi esposa a la mesa, se sienta rápidamente, su mini se va hasta atrás, dejándome ver casi su entrepierna.
    
    Allí veo con horror, humedad, y gotas de algo blancuzco escurriéndose.
    
    Mi esposa se da cuenta de lo que veo y trata de bajarse la falda, me mira a los ojos preocupada, como rogándome que no haga ningún escándalo ahora.
    
    Al día siguiente bien temprano cuando mi sobrino se iba a jugar al fútbol, lo sigo, lo intercepto y tras unas buenas trompadas lo llevo a una playa desierta para que me diga detalle por detalle que es lo que paso en esas dos horas en su cuarto.
    
    Y esto es lo que me contó…
    
    Continuará. 
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