1. Mi vecina de arriba


    Fecha: 14/02/2020, Categorías: Sexo Oral Autor: donosti69, Fuente: CuentoRelatos

    A veces cuando uno inventa, suele quedarse corto respecto a la realidad, esto que voy a contar por alucinante y raro que parezca, es algo que me pasó y que hoy día aun me sigue excitando.
    
    Paso ya hace 4 años, cuando me mude a la que hoy es mi casa. Suelo tener la costumbre de andar por casa desnudo, normalmente las cortinas cerradas, porque no soy un exhibicionista
    
    Una noche tras poner la lavadora fui a tender la ropa en el patio interior, y aunque estaba desnudo, pensé que a las horas que eran no habría nadie asomado y como la ventana esta como a un metro del suelo, pues solo se me vería de cintura para arriba.
    
    Empecé mi tarea, y al rato de estar colgando, observé que en el piso de arriba enfrente de mi casa, había una mujer mirando, tras darse cuenta, se ocultó.
    
    A los días colgando la ropa, pero esta vez vestido, miré para arriba y vi a la mujer oculta pero mirando, ella no se dio cuenta que la miré y siguió en su ventana.
    
    Varios días siguió ocurriendo lo mismo, miraba con sigilo arriba y no estaba. Hacia ruido con las cuerdas y aparecía.
    
    Volví a colgar la ropa otro día desnudo, y allí estaba ella mirando, con sigilo, pero observando.
    
    Cuando no estaba miraba hacia su colada y veía sus tangas y ropas y me gustaban.
    
    Nunca la había visto cara a cara en la calle ni en la escalera, hasta que una tarde de mayo calurosa, coincidimos en el ascensor.
    
    Una mujer de unos 45 años, morena, alta, 1.72 cm. Mas o menos, con curvas sin llegar a estar gorda, y ...
    ... muy prieta vistiendo.
    
    Me dio las buenas tardes y la voz me pareció súper erótica, el corto trayecto hasta mi casa la imagine con algún tanga de esos que veía colgado en su tendedero.
    
    Llegue a casa y me masturbe pensando en ella.
    
    Al día siguiente estuve tomando un café en el bar de enfrente, hasta que vi que igual que el día anterior, a las cinco treinta y tantos, llegaba a casa.
    
    La mire desde el bar, me fije en su culo, poderoso y bonito, en su pecho abultado…
    
    Subí a casa y me masturbe imaginando su cuerpo desnudo.
    
    Al siguiente día, hice coincidir mi llegada al portal con la suya, las 5:34 de la tarde, y comencé una conversación de esas de ascensor.
    
    Vaya calor que tenemos para ser mayo, parece agosto.
    
    Si, estaba pensando ir a la playa una tarde de estas, no sea que luego en verano no tengamos este tiempo.
    
    Si que luego llega el invierno y estamos blanquitos, le contesté.
    
    Tú de todas formas eres morenito de piel, me dijo.
    
    Bueno adiós que ya he llegado, me despedí, lanzando una mirada a su escote.
    
    Igual que las otras tardes, me masturbe.
    
    Al siguiente día no apareció a "nuestra cita" y me tuve que conformar con mirar su tendedero.
    
    A la noche oí ruido en el patio y me asome, era ella que estaba colgando la ropa. Me saludo y le devolví el saludo.
    
    - que tal?
    
    - bien, al final me he decidido a ir a la playa, se estaba muy bien, me contestó.
    
    - si ya supongo, le dije.
    
    - voy a darle una pasadita por agua al bikini, por si mañana ...
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