1. Curioso: no me molestó


    Fecha: 11/02/2020, Categorías: Hetero Autor: Ciughe, Fuente: CuentoRelatos

    ... cerradura.
    
    Cuando, a tarde avanzada, “regresé”, de mi entretenimiento sexual pago, le informé a mi mujer que tendría que regresar el miércoles para terminar el trámite del CPF. Otra vez Romina optó por quedarse en la playa en lugar de ir de compras.
    
    El sábado siguiente volvimos a la Argentina. En los días previos de esa semana, cabe mencionar algunos eventos relacionados con el relato: el martes y jueves Romina salió a “caminar por la playa” y regresó después de dos horas largas, el miércoles fui a Itajaí y a ver a mi amigo, lo que me insumió unas 4 horas, el viernes Romina, después que cargamos el coche para salir temprano, el sábado, en el viaje de regreso, aceptó hacer el amor conmigo, por primera vez en la semana. Me encantó, sentí que recobró las ganas de coger. Me hice el dolobu y le comuniqué mi entusiasmo por su regreso al territorio del disfrute:
    
    - ¡Uuuyyy Nena estuvo re-bueno!! ¡Estuviste hecha una fiera!! Hace mucho que no sintonizábamos tan bien. ¿Qué hicimos, comimos ...
    ... o vimos estos últimos días? Tenemos que anotarlo por si vamos de nuevo para atrás –
    
    - ¡Dejate de decir boludeces, callate! – musitó entre perpleja y sonriente y se apresuró a levantarse y entrar en el baño. Me pareció que no quería seguir hablando del tema.
    
    Ya en casa, lo nuestro en la cama, dista de ser salvaje pero, nos trenzamos con mucha más asiduidad que antes de las vacaciones, y con mutua satisfacción.
    
    Nunca sabré si el moreno descomunal fue una súbita intimación consumada sin dilaciones (taxi boy seguro que no era, lo poco que presencié, estoy persuadido que para los dos, fue uno de esos momentos en que a solas con otra persona nos pasa algo difícil de abarcar con palabras, pero que se vive, se siente y se entra plenamente en él. Nunca una tarea retribuida, era una antigua fantasía, jamás confesada de mi mujer y plasmada al descubrirlo, corporizado, a orilla del mar.
    
    Como sea que fue, bienvenido el encuentro: en nuestra pareja reavivó el fuego, que ya casi era ceniza. 
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