1. La puta de mi hijo y su padre


    Fecha: 10/02/2020, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    A los 16 años quedé embarazada de un tío, hermano de mi padre, que me había convertido en su perra caliente a los 11 años cuando quedé huérfana y a su cargo. Este hombre y su mujer no podían tener hijos así que cuando quedé preñada se fueron conmigo a un pueblo perdido entre montañas, allí como en la capital, era la sirvienta para todo servicio, mi tío me culeaba y la mujer me hacía hacer todo el trabajo de la casa, además de azotarme por cualquier motivo. Solo los azotes cambiaron cuando estuvimos en el poblado aquél hasta que parí con ayuda de una partera.
    
    Nació el que es hoy es mi amante y mi chulo, hermoso y fuerte, lo inscribieron como hijo de ellos, lo puede amamantar hasta los seis meses y de ahí, literalmente me ordeñaba la mujer para darle ella mamadera, mientras mi tío seguía usando todos mis agujeros con su gran pija y me hacía llorar de dolor cuando me partía el culo en seco, era su juego favorito!
    
    El nene crecía sano y fuerte, estábamos en otra ciudad viviendo, yo era su sirvienta, nunca supo que era de la familia, hasta hoy se ríe de la coincidencia de apellidos.
    
    Era igual a su padre en todo, me trataba mal como su "madre", y a la edad de la pubertad tuve que iniciarlo en el sexo por orden de mi amo, al principio sentí gran vergüenza de ser culeada por mi niño, pero tenía una pija más gorda que la del padre y eso me hizo adicta a él, aunque me usaba solo cuando no encontraba una chica que lo aceptara y llegaba caliente a la casa. Varias veces pensé en ...
    ... huir pero no fui capaz de desprenderme de mis dos amantes amos, que me hacían sufrir y gozar al tiempo.
    
    Cuando el jovenzuelo se dio cuenta que su padre era mi amante también. me empezaron a dar duro juntos y así se fue gestando en él la idea de sacarme provecho económico.
    
    Ambos me mordían las tetas, o me ponían caliente con juegos en mi concha y luego me hacían suplicar por sexo, arrodillada les chupaba las pijas para que me las metieran a su gusto, gritaba suplicando que me cogieran mientras mis jugos de calentura caían por mis piernas, me daban de latigazos entre mis piernas abiertas en 180° colgada cabeza abajo de unas argollas instaladas para tal efecto, hasta dejarme sensibles e hinchados el ano y la vagina y entonces me cogían por horas, grabando las sesiones el joven sin que su padre, y menos yo que era la puta, supiéramos.
    
    En internet publicó una sesión de sexo duro de ellos dos conmigo y ofreció arrendarme a los interesados.
    
    Al principio a mi tío no le gustó la idea, pero con ayuda de la mujer el hijo lo convenció, por una puta que estaba dispuesta a dejarse hacer lo que le ordenaran, se podía cobrar bien.
    
    Así mi hijo se convirtió en mi amo dominante y chulo, me llevaba a domicilio y con lo que ganóa armó un lugarcito con todos los elementos para que los clientes hicieran conmigo lo que les diera la gana, él se quedaba en una especie de oficina al lado del dormitorio dónde los hombres que llegaban eran en su mayoría sádicos de pijas no tan potentes. ...
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