1. El señor Juan


    Fecha: 06/02/2020, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Vivíamos en un departamento de propiedad horizontal en la ciudad de Buenos Aires, mis padres tenían un modesto negocio de alimentos dietéticos ubicado a 5 cuadras de casa y trabajaban todo el día, solos, ya que la economía no daba para tener empleados...el lugar era un pasillo lleno de plantas y había 4 departamentos, nosotros vivíamos en el 2do y Juan, un hombre alto, semi calvo con barba candado grisácea y ojos claros,viudo y sin hijos, de 68 años en el 4to (al fondo)
    
    En el barrio se decía que era medio depravado, que había manoseado a un par de niñas y demás pero como nunca se lo pudieron comprobar gozaba de libertad.
    
    Al principio mis padres temían de esas habladurías, pero cuando lo conocieron se olvidaron del tema, ya que Juan era un hombre muy amable y simpático...a mi me caía muy bien pero pese a eso nunca olvidé lo que se había rumoreado.A veces cuando yo llegaba de la escuela el estaba en la puerta (no trabajaba, era ya retirado del ejército)y me saludaba amablemente. Al tiempo de conocerlo comencé a sentir cierta atracción por él...usaba habitualmente pantalones de jogging y se le marcaba un bulto muy grande que permitía suponer que calzaba un miembro descomunal...me empezó a pasar que no podía controlar mi tentación y los ojos se me iban a su bulto con mucha facilidad...Juan se dió cuenta y esperó con paciencia, me sonreía con picardía...me preguntaba si me había ido bien en la escuela y ese tipo de cosas. Uno de esos días comencé a notar que cuando me veía ...
    ... venir se acomodaba el bulto, cada vez mas mas evidentemente y me fue tomando el tiempo...yo me ruborizaba al saludarlo, y muchas veces llegaba a casa y me masturbaba fantaseando con lo que podía suceder (o mas bien deseaba que suceda)...una tarde para mi difícil, porque mis padres me habían negado el permiso para ir a un campamento estudiantil (por falta de dinero)salí al pasillo, me senté en el peldaño de casa y me puse a sollozar de bronca...al rato pasó Juan que venía de hacer las compras y cuando vió mis lágrimas se conmovió, me preguntó que me pasaba, yo no podía ni siquiera contestarle y me preguntó ¿estás solito? (él lo sabía), asentí con mi cabeza y me dijo, ¿querés venir conmigo a casa?...quiero que me cuentes porqué estás triste...me paré sin decir palabra y lo seguí hasta su departamento...una vez cerrada la puerta me abrazó paternalmente y me dijo "cuéntale a tu abuelito que es lo que te aflige"...entre sollozos le relaté lo sucedido y me consoló acariciándome la cabeza, las mejillas...pasóun dedo por mis ojos para secar una lágrima y me dijo: "Marcos, no es tan grave, debes comprender la situación de tus padres...y ya sabes, tenés un abuelito en el que puedes refugiarte cada vez que lo necesites", me calmé... mi cabeza estaba confundida, ya casi ni pensaba en mi campamento frustrado y me dejé llevar por sus caricias...me tomó la cara con ambas manos acercó sus ojos a los míos y agregó: "ya pasó?...no debes sufrir por esas cosas mi niño...", traté de sonreírle y ...
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