La tarde de las pollas - Relatos Eróticos

La tarde de las pollas

... magnitud de la situación, me dijo solo faltas tú papi, métemelo, acábame de cogerte a esta putita, no lo dijo dos veces y ya la tenía agarrada de sus caderas, con mi verga en su ano, sentía como batía los mecos que previamente le había dejado, de solo pensarlo me calentaba a mil, y aumentaba mi velocidad y fuerza, ella solo seguirá pidiendo que acabara, que quería volver a venirse, no tarde mucho tiempo y le deje la tercera y última descarga de semen en su culito, ya destrozado por tanta verga, ella también se había venido y cuando me salí quedo tendida en la cama sudando agotada, con el culo abierto, rojo, y escurriendo gran cantidad de lefa, los tres disfrutamos ese hermosa vista, de la perra que nos habíamos follado, y Victor se acerco y le empezó a limpiar los mocos que traía en el culo, como si fueran un manjar, compartió besos y semen con María, y eso nos hizo que Luis y yo nos volviéramos a empalmar, al parecer la noche apenas empezaba.