1. El calvario de Luciana (10)


    Fecha: 05/02/2020, Categorías: Dominación / BDSM Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos

    Mientras tanto Luisa le practicaba una nueva aplicación de crema a Luciana en sus nalgas, que poco a poco comenzaban a mostrar un mejor aspecto. Se ilusionaba con la promesa de Emilia y la emoción la ganaba cada vez que Luciana decía, a veces con un ronroneo: -Usted me ayuda…
    
    La mucama le aplicaba la crema lentamente, acariciándola, no con intención erótica sino con ternura, procurando que la jovencita disfrutara de sensaciones placenteras.
    
    Por su parte, Emilia recibía en su correo electrónico la respuesta del último de los clientes a los que debió informar respecto del desdichado incidente que la obligaba a dejar fuera de circulación a su putita durante algunos días.
    
    El hombre, un cincuentón, importante empresario del gremio de la carne, le contestaba: “Una pena, estimada, espero que la chica se reponga pronto porque no sabe usted las ganas que tengo de darle la mamadera.”
    
    La proxeneta recordó entonces que efectivamente Víctor W. no usaba a las mujeres sino por la boca y le respondió, sólo por morbo: “Lo comprendo, mi estimado señor, pero me permito sugerirle que sepa contenerse y guarde usted esa mamadera bien repleta para que Luciana beba hasta la última gota. Saludos. Lo veré pronto.”
    
    Por fin llegó el momento en que Elba debía ir a ver a Graciela. El ama de llaves vestía un traje sastre negro, camisa blanca y una corbata azul que le daba un aire masculino acentuado por el pelo cortado a lo varón. Graciela estaba sentada en el borde la cama con expresión ...
    ... preocupada cuando Elba entró y sin más le tendió el celular. Graciela la miró sin comprender.
    
    -Llame a su marido y dígale que hoy se queda a dormir en lo de esa amiga que no está bien.
    
    La esclava tomó el teléfono y miró a Elba a los ojos, sin recordar que eso le estaba prohibido y antes de que pudiese articular palabra recibió una bofetada y una advertencia:
    
    -No vuelva a mirarme a la cara y obedezca o el golpe que le di será sólo el principio.
    
    Graciela se impuso controlarse y después de una pausa para poner en algún orden sus ideas preguntó:
    
    -¿Puedo hablar, señora Elba?
    
    -Hable.
    
    -Es que… por favor, el otro día le conté que mi amiga está mejorando mucho y a lo mejor le suena raro esto… Le ruego que me deje ir… -dijo y debió dominar un sollozo que le cerraba la garganta.
    
    El ama de llaves la escuchó disfrutando sádicamente de su poder sobre la esclava, que mantenía la mirada en el piso, y por fin dijo saboreando cada palabra:
    
    -Imposible, yegua, su Ama ha decidido hacerle pasar la noche aquí y ya sabe que lo que usted quiera o deje de querer no tiene la menor importancia, así que acepte la decisión de la señora y compórtese, a menos que le gusten mis bofetadas y quiera más. –completó el ama de llaves ante la manifiesta desesperación de Graciela.
    
    -Vamos, llame. –la apremió Elba y Graciela lo hizo.
    
    -Hola, querido… Tengo que… que decirte que lamentablemente mi amiga tuvo una recaída… Sí, muy penoso, acaba de… de llamarme rogándome que me quede con ella ...
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