1. Mi mujer se desbando y yo estaba presente


    Fecha: 26/01/2020, Categorías: Dominación / BDSM Autor: titan, Fuente: CuentoRelatos

    Sé que muchos no entenderán lo que estoy viviendo, deben pensar que tengo una desviación sexual, que soy un cornudo consentido o que simplemente no tengo la capacidad de hacer valer mi posición de hombre y de marido, pero creo que me he dado cuenta que hay cosas carnales que no puedo darle a mi esposa, independiente de que como familia si mantenemos una imagen de estructura adecuada. ¿Cómo llegué a esta conclusión? Después de la experiencia que pasaré a contarles quizás entiendan mejor mi posición.
    
    Como saben mi mujer se acostó con Héctor mi jefe y siguió haciéndolo, podríamos decir con mi consentimiento, ya que cuando Viviana salía, solo me indicaba que iba a demorar en regresar y yo ya sabía a qué iba. Cuando regresaba, yo la esperaba con una erección tremenda y ella jamás me negaba que me montara sobre ella y eyaculara sobre los jugos que traía en su cuerpo, a veces tomaba su vagina y en otras ocasiones en su culo, los cuales venían humedecidos por el semen de mi jefe, Héctor en la oficina constantemente me agradecía por lo mucho que había hecho por la oficina y en especial por él. De seguro pensaba que yo ignoraba el doble sentido de sus palabras, pero jamás le di señales de todo lo que sabía.
    
    Una tarde Viviana me dijo que el sábado de esa semana saldría y no regresaría hasta el día siguiente, que los niños se quedarían con sus padres, así que me quedaría solo, eso último casi lo dijo como una súplica, No te preocupes respondí, dándole a entender que tenía mi ...
    ... permiso para su salida. Llegó el día y vestida muy elegante y sensual, la vi salir por la puerta de nuestra casa, sabiendo que sería una larga noche para ella y en cierta manera también para mí. Cené algo, vi una película y me acosté. Eran cerca de las 2 de la mañana cuando sentí ruidos y para mi sorpresa veo a mi mujer entrar en el dormitorio muy contrariada, que pasa intenté preguntar, pero solo me respondió vamos a dormir y mañana hablamos. Se sentía en su voz, una gran desazón, pero respeté su decisión.
    
    Al día siguiente me levanté temprano e hice mis ejercicios (estoy tratando de mejorar mi condición física) luego me preparé un café y me disponía a tomarlo, cuando veo a Viviana entrar en la cocina, le serví un café y espere que se desahogara: Fue una incómoda situación; comenzó diciendo, Héctor me había dicho que iríamos a una elegante fiesta de negocios donde de seguro lo pasaríamos muy bien, pensé que sería una cena y una noche para nosotros. Apenas llegamos al lugar, vi que la mayoría eran hombres mayores y muchas muchachas jóvenes que de seguro no eran sus esposas, de hecho, en un sillón un hombre de más de 60 años manoseaba sin menor pudor a una chica que ya tenía sus pechos al aire y soportaba el ataque de una mano de ese hombre a su vagina.
    
    Miré a Héctor y le dije, de seguro esta es una fiesta de negocios y una noche para pasarlo bien, Obvio me contestó; esta noche vamos a hacer buenos negocios y conociéndote vamos a disfrutar mucho ambos, eso último lo dijo con ...
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